Con la presentación de dos peritos, una que realizó la reconstrucción de los hechos y otra que realizó un informe psicológico, es con lo que avanzó la Fiscalía en el segundo día de audiencia de juzgamiento de Darwin Condoy, policía en servicio pasivo (S. P.) procesado en calidad de coautor de la detención y desaparición forzada de César Mata, Erwin Vivar y Jhonny Gómez Balda, durante un operativo policial que se dio en una farmacia en la ciudadela Alborada, en Guayaquil, en el 2003.
La diligencia reinstalada la mañana de este martes, 11 de noviembre, en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) es parte del caso conocido como González y Otros, proceso penal cuyos hechos ocurrieron el 19 de noviembre de 2003. El procesamiento está en manos de los jueces nacionales Felipe Córdova (ponente), Javier de la Cadena y Julio Inga, integrantes del Tribunal de Juzgamiento.
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Durante la primera jornada del juicio, que se instaló la mañana del lunes pasado, 10 de noviembre, en casi nueve horas de diligencia se escucharon los alegatos de inicio del fiscal general subrogante, Carlos Leonardo Alarcón, de las defensas de las víctimas y del representante legal del acusado. Además intervinieron, como parte de la prueba pericial y testimonial de Fiscalía, ocho testigos y dos peritos.
La Fiscalía lo que buscaría probar es que Condoy fue parte del operativo ejecutado en una farmacia en el que se habría cometido el delito de desaparición forzada. La etapa de juzgamiento estaba suspendida para el agente policial en servicio pasivo, porque se encontraba prófugo de la justicia. Eso terminó el 29 de diciembre de 2024, cuando el acusado fue detenido.
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Condoy es parte de una lista de once expolicías investigados como autores y coautores dentro del caso González y Otros que fueron, en junio de 2017, llamados a juicio por el entonces conjuez Iván Saquicela. El magistrado de la CNJ definió que existían suficientes elementos de convicción de que un “grupo ilegítimo” participó, en noviembre de 2003, en la detención y desaparición forzada de Mata, Vivar y Gómez Balda.
En la misma operación policial que se dio en el interior de esa farmacia en la ciudadela Alborada, en el norte de Guayaquil, también se registró la ejecución extrajudicial de ocho personas: seis asaltantes y dos inocentes, por la que ya fueron sentenciados en 2014 trece involucrados. Inicialmente el proceso se dio por la desaparición forzada de Mata, Vivar, Gómez Balda y Darwin Cañar, pero Saquicela en la lectura de su resolución no nombró entre las víctimas a este último.
Condoy es uno de los siete servidores policiales en servicio pasivo que no han recibido una sentencia de culpabilidad o inocencia dentro de esta causa penal. El 5 de agosto de 2024, Córdova, De la Cadena e Inga, de forma unánime, concluyeron que en este caso existió un “grupo policial irregular que actuó al margen de la ley”, por lo que sentenciaron a veintiséis años de cárcel a los también policías (S. P.) Aurelio Chila, Rodrigo Cevallos, Orlando Villacrés y Erick Salinas.
El juez ponente, Felipe Córdova, señaló en la lectura de la resolución que de los antecedentes expuestos se desprende que el grupo policial al mando del mayor René González estuvo conformado por policías en servicio activo y pasivo, que tenían una formación policial y antecedentes laborales en unidades clandestinas de la Policía, que se caracterizaron por ejercer sus atribuciones de manera incompatible con los derechos humanos.
“Estos policías y expolicías ejecutaron sus roles de manera coordinada y planificada, pues cada uno de ellos en el operativo desempeñó una labor específica que en su conjunto contribuyó de manera decisiva a que el actuar irregular de este grupo pueda ejecutarse evitando dejar evidencia de su mal proceder, permitiendo que se implanten pruebas, neutralizando individuos al margen de las disposiciones legales y desapareciendo a otros para obtener de ellos declaraciones en base a tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes”, explicó Córdova. (I)