Tras su paso por la papeleta presidencial este 2025, Andrea González Nader ha canalizado su activismo ambiental hacia un nuevo proyecto político con miras a llegar a la Alcaldía de Guayaquil en el 2027. Con la reciente creación de la fundación Viridis Libertas (Verde Liberal) comienza a cimentar las bases de un movimiento que busca combinar sostenibilidad y economía liberal desde lo local.
En esta entrevista, González detalla cómo avanza su organización, cuándo empezará la recolección de firmas y qué propone para una ciudad golpeada por la violencia y la desconfianza en la clase política tradicional, inspirada en el modelo de transformación urbana de Medellín.
¿Cómo avanza la creación de su movimiento político?
Va paso a paso; vamos lento, pero seguros. Lo más importante ahorita ha sido el tema de la fundación, que por fin ya la tenemos funcionando. Se llama Viridis Libertas (Verde Liberal), y lo que hace son charlas en torno a sostenibilidad, a economía circular, a la sostenibilidad financiera de la conservación, y un poco que les dé este tinte de sostenibilidad a las propuestas en la política, porque eso quita mucho el populismo, que lamentablemente hace que las personas creen propuestas que son imposibles de alcanzar... Estamos recorriendo universidades; estamos dando cursos online. Luego de esto, el segundo paso, por supuesto, es el de nuestro movimiento. Estamos en el proceso de tener el formulario para la recolección de firmas para poder comunicar a toda nuestra ciudad que queremos formar ese movimiento, que sería de tinte local; y, obviamente, con esta ilusión de poder ponerlo sobre la mesa electoral de las seccionales, que están a dos años. Pero, si uno va a presentar una propuesta a largo plazo para una ciudad tan importante como Guayaquil, la capital comercial del país, debe hacerlo con preparación.
¿Cómo se está construyendo este plan de trabajo?
Así como hice el plan de gobierno para Ecuador, conversar con las personas que entendían cuáles eran los proyectos que se necesitaban en cada sector estratégico. Hemos dado prioridad al tema académico. Estamos conversando con los gremios comerciales, sobre todo con el sector económico. Somos una ciudad que no vive realmente del Estado, sino de nuestra propia economía local y vibrante. Somos una ciudad fenicia; somos un puerto. Estamos emocionados, preparándonos con toda la calma del mundo que se puede tener dos años de una elección.
¿El partido se llamará igual que la fundación?
Así es. El movimiento se llama Verde Liberal porque justamente habla de lo liberal en el plano económico, pero tomando en cuenta la sostenibilidad tanto social y ambiental como económica.
¿Cuándo comenzaría esta recolección de firmas? En redes sociales le hacen mucho esta consulta.
Para nosotros, realmente esa ha sido la gasolina que nadie nos subsidia, que ha mantenido este proyecto, esta llama prendida durante tanto tiempo, porque realmente en lo personal ha sido un trabajo durísimo. Estamos a poco de cumplir dos años del fatídico 9 de agosto y sigue siendo algo que sorprende dentro de la política regional. Estamos en el proceso en estos momentos de obtener los estatutos del movimiento como tal, luego recibir los formularios después de que entreguemos la corrección de los estatutos y luego de eso, pues, contamos con el voluntariado, con la ciudadanía, con la persona de a pie que sea quien nos ayude a levantar esta fuerza que creo que está en manos de justamente nosotros, de la parte cívica, de aquellos que llegamos a la política realmente cruzando el paso del activismo, de nuestra propia experiencia como un ciudadano más.
¿Se apoyarán en la ciudadanía para recolectar estas firmas?, ¿habrá convocatoria en redes sociales?
Así es. Nosotros utilizamos todos nuestros recursos sostenibles, todos los que se pueden mantener tanto fuera como dentro de una campaña. Y sí, realmente apelo al voluntariado guayaquileño, porque lo he vivido, lo he compartido, y buscamos eso, un apoyo; la palabra no vendría a ser orgánico, vendría a ser un apoyo real de personas que están genuinamente interesadas en poder escoger en una papeleta entre el mejor proyecto y no entre el que menos casos a la justicia tiene que ver. Les hago la invitación a los jóvenes de participar también en la política, de poner sobre la mesa también la idea de creer que puedes lograr un movimiento ciudadano que pueda hacer algo, un cambio desde tu experiencia, y creo que lo estamos haciendo a través de los jóvenes que veo inspirados y con mucho ánimo de participar.
¿Ya existen las bases de lo que quiere proponer para Guayaquil en el 2027?
Así es. Y más allá del cálculo de los números y de los porcentajes, hablamos realmente de un proyecto como tal. Yo creo que mi virtud es comunicar..., y creo que nosotros podemos comunicar esta idea de un Guayaquil sostenible, inclusivo para todos. Y esto es lo que creo que vamos a lograr en una campaña que será más educativa que política como tal. Medellín es el ejemplo perfecto de lo que queremos y creemos que Guayaquil tiene que ser. Medellín pasó por ser realmente un ícono del narcotráfico, el museo de Pablo Escobar y una ciudad con una criminalidad enorme y una mala fama a nivel mundial. Hoy es un referente de una ciudad sostenible y que ha construido corredores de paz más que de biodiversidad. Si tuviese que decir Suiza, lo diría. No estoy de acuerdo con eso. Que no me hablen de Suiza, porque nunca seremos Suiza. En realidad, creo que Guayaquil merece tomar su lugar en el ciclo de la vida... Necesita convertirse en esta bandera de transformación que va a ser el piloto que va a poder replicar mañana cualquier ciudad de la Costa. Sabemos que los municipios no se encargan directamente de la seguridad, pero Medellín fue un ejemplo de cómo, si se trabaja en conjunto Gobierno local y nacional, puedes crear también corredores seguros para que la actividad comercial de tu ciudad no muera en manos de la delincuencia, cosa que con pena debo decir que ha pasado en Guayaquil. Los guayaquileños estamos golpeados. Creo que hemos sido traicionados tanto por las derechas como las izquierdas; sus partidos no han podido representar sus luchas. Ambos partidos icónicos han perdido credibilidad y tienen juicios, personas pagando cárcel y muchos juicios más todavía por descubrirse. Pero creo que la izquierda y la derecha guayaquileña merecen el respeto y el espacio en la mesa para ser escuchados.
Si la idea es tener un trabajo en conjunto para lograr un modelo como el de la ciudad de Medellín, ¿existe la apertura para terciar con el partido de Gobierno en las elecciones?
Nosotros estamos ahorita reuniéndonos con todos los sectores políticos, sociales, económicos, barriales. Yo creo mucho en el barrio, pero en realidad estamos a mucho tiempo de poder seleccionar y lanzar oficialmente una candidatura con un partido o un número. En realidad, la noticia de los últimos días en algunos medios no es una noticia nueva; la comunicamos a través de ustedes, EL UNIVERSO, la noticia de estas ganas de proponerle a Guayaquil un plan de sostenibilidad que incluye la sostenibilidad económica, social y ambiental.
A nivel político, una de sus propuestas cuando buscó llegar a Carondelet era ir a una constituyente. Eso no se concretó en el gobierno actual y se están viendo otras reformas. ¿Cómo evalúa esta gestión?
Más allá de una asamblea constituyente, yo lo que exigía era que abramos los ojos y pedíamos una nueva constitución a través de otro método, y siempre puse como referente el antecedente de 1979, cuando Ecuador pasa de la dictadura a la democracia. Estamos en un narco-Estado, que es peor que una dictadura. La urgencia con la que se requieren los cambios me permite entender por qué se van haciendo reformas en lugar de cambiar realmente la raíz de este problema. Sigo manteniendo la opinión de que es esta constitución la que tiene secuestrado el sistema judicial, tuvo secuestrado durante mucho tiempo al sistema legislativo. Hay algo de luces de que pueda zafarse. Sin embargo, las raíces de la corrupción son mucho más adentro de lo que vemos. Creo que se están tomando medidas que en algo pueden alivianar la carga que tiene el sistema judicial.
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