El Ministerio de Asuntos Extranjeros de Trinidad y Tobago ha negado que los ejercicios militares que realiza estos días la Armada estadounidense en el país contra el narcotráfico en el mar Caribe sean además para provocar hostilidades contra Venezuela.
“El Gobierno de Trinidad y Tobago ha dicho, en repetidas ocasiones, que valora la relación del país con la de Venezuela, tanto por su historial que comparte como con su relación tan cercana y fraternal”, afirmó el Ministerio de Asuntos Extranjeros trinitense en un comunicado.
Las declaraciones de la agencia fueron dadas en una nota de prensa en la noche del domingo, horas después de que el destructor USS Gravely, de la Armada estadounidense, llegara a Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, para llevar a cabo hasta el 30 de octubre maniobras militares, según confirmaron fuentes oficiales.
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En la misma nota, el Ministerio de Asuntos Extranjeros trinitense insistió en que el verdadero propósito de la presencia militar estadounidense en su territorio es apoyar la lucha contra el crimen transnacional, acentuar la colaboración humanitaria y la cooperación de seguridad en la zona.
Además del destructor, se espera la llegada de la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense a Trinidad y Tobago, país vecino de Venezuela.
El pequeño país caribeño está ubicado muy cerca de Venezuela: la isla de Trinidad se encuentra a apenas once kilómetros de la costa venezolana en su punto más cercano.
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Por su parte, la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, ha expresado su apoyo al despliegue de tropas militares a sus aguas para intentar destituir al presidente venezolano Nicolás Maduro.
La llegada del destructor, no obstante, ha sido criticada y condenada por la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, por el plan militar estadounidense de realizar sus entrenamientos junto a la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago.
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La segunda en mando del gobierno venezolano describió la llegada del destructor a territorio cercano de Venezuela como una “provocación militar” de Estados Unidos y acusó al Gobierno trinitense, en coordinación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) de provocar una guerra en el Caribe.
De igual manera, diez exmandatarios de la Comunidad del Caribe (Caricom) expresaron su preocupación ante el aumento de tropas militares, barcos nucleares y aeronaves estadounidenses en la zona, pues las mismas provocan una amenaza a la seguridad y bienestar de sus habitantes.
Desde hace varias semanas, Estados Unidos ha movilizado buques militares, un submarino y aviones de combate para operaciones contra el narcotráfico, que hasta ahora han dejado a 43 muertos en diez bombardeos a presuntas lanchas con drogas en el Caribe y el Pacífico. (I)





















