El gobierno de Estados Unidos y sus aliados están en un proceso de retirada de sus tropas en Afganistán luego de 20 años en este lugar.

Sin embargo, los talibanes no han perdido el tiempo y ya empezaron a conquistar nuevos territorios, tras extender sus ataques hasta provincias consideradas hasta ahora como zonas bajo el control de las fuerzas de seguridad afganas, en medio de la retirada de las tropas internacionales.

Desde que las tropas de EE. UU. y de la OTAN comenzaron la fase final de su salida de Afganistán el pasado 1 de mayo, los insurgentes han logrado capturar 100 de los 402 distritos del país, tomando bajo su control más del 35 % de los territorios.

Publicidad

En las últimas dos décadas de guerra, esta es la primera vez que los talibanes capturan un número tan alto de centros de distrito en un período tan corto.

La provincia oriental de Nangarhar y la occidental Herat, donde los insurgentes no habían obtenido ganancias territoriales considerables hasta ahora, comenzaron a caer bajo control talibán en las últimas 24 horas.

En Nangarhar, tras semanas de enfrentamientos, las fuerzas de seguridad se retiraron ayer por la tarde del centro de Hesarak, un distrito provincial estratégicamente importante para la región, indicó hoy a Efe un concejal provincial que pidió el anonimato.

Publicidad

Los insurgentes consiguieron capturar además los centros de los distritos de Chishti Sharif y Ghoryan, en Herat.

La oficina del gobernador de Herat confirmó en un comunicado que las fuerzas de seguridad se retiraron de estos centros para evitar víctimas entre los civiles en las aldeas cercanas.

Publicidad

Por su parte, la oficina del gobernador de Nangarhar también confirmó la retirada de las fuerzas de seguridad del centro de Hesarak para, explicó, instalarse en otra posición.

“Para evitar víctimas entre los civiles, cuyas casas fueron utilizadas por los talibanes como posiciones de combate, las fuerzas del distrito de Hesarak se trasladaron de su posición original a un lugar mejor”, indicó la autoridad en un comunicado.

Además de estos, dos distritos más fueron capturados por los talibanes en la provincia occidental de Badghis, y un centro de distrito en la provincia nororiental de Badakhshan, también en las últimas 24 horas.

La toma de estas seis zonas fue confirmada por los talibanes en dos declaraciones separadas, en las que aseguraron que se apoderaron también de una gran cantidad de vehículos, armas y municiones.

Publicidad

Más violencia

En las últimas 24 horas, hubo intensos combates en 12 de las 34 provincias afganas durante los cuales 261 combatientes talibanes murieron y 206 resultaron heridos, según la actualización diaria del Ministerio de Defensa.

Además de los centros de distrito, los talibanes también se han acechado las afueras de al menos 13 de las 34 provincias afganas en los recientes combates.

Sin embargo, los talibanes aseguraron en una declaración a Efe que por ahora no tienen ningún plan para capturar ninguna capital provincial, como parte de su estrategia para evitar bajas entre la población civil y daños y pérdidas de propiedades e infraestructura pública en zonas urbanas.

La salida de las tropas internacionales, que deja en manos de las fuerzas afganas el control de las operaciones técnicas y militares, deja un efecto negativo sobre la moral de los soldados afganos, ya resentida por los limitados recursos del país.

Pese a contar con una fuerza de 350.000 efectivo, Kabul comenzó hace semanas a distribuir armas a sus partidarios en varias partes del país para apoyar a las desgastadas fuerzas del país y hacer frente a la estratégica pérdida que supone la salida de EE.UU. y su tecnología militar.

Un miembro del consejo provincial de Badakhshan aseguró a Efe, bajo condición de anonimato, que cientos de agentes de seguridad, incluidos miembros del Ejército, la policía, y civiles de las milicias huyeron al vecino Tayikistán tras los ataques de los talibanes.

Los oficiales cruzaron la frontera hacía Tayikistán en los últimos dos o tres días, después de que los talibanes capturaran la mayoría de los distritos de la provincia.

Sin paz a la vista

La retirada de EE. UU. de Afganistán fue un compromiso de Washington con los talibanes para que estos se comprometieran a comenzar un proceso de negociación para la paz con el Gobierno de Kabul.

Las conversaciones entre ellos y el gobierno afgano, que se iniciaron en septiembre pasado en Doha, se quedaron estancadas hace meses sin que se lograra ningún avance, mientras que sobre el terreno los talibanes aumentaron la violencia.

La guerra de Afganistán, la más larga en que ha estado EE. UU., comenzó en octubre de 2001 con la misión de dar caza al líder de Al Qaeda Osama Bin Laden, el “cerebro” de los atentados del 11 de septiembre de ese año y que falleció en una operación de EE. UU. en Pakistán en 2011.

La retirada de las tropas estadounidenses prevé completarse a finales del próximo agosto, en vísperas del vigésimo aniversario de los atentados. (I)