El soldado ucraniano Roman Hrybov, de 32 años, fue liberado en un intercambio de prisioneros con Rusia, retornando a su ciudad de origen (Cherkasy) luego de estar cautivo por un mes. Su enérgica respuesta, “Vete a la mierda” –por una radio– a un buque de guerra del Kremlin que exigía la entrega de la tropa ucraniana, le ha valido reconocimiento.