Dos senderistas, de la República Checa, fueron sorprendidos por la vida cuando caminaban por unas montañas y buscaban tomar un atajo. Al tratar de acortar camino vieron una caja de aluminio, que sobresalía de una pared de piedra. Se acercaron y la abrieron. La sorpresa se la llevaron al abrirla: hallaron piezas doradas y cerca de 600 monedas de oro.