Rusia envió a Venezuela sistemas de defensa aérea Pantsir-S1 y Buk-M2E, trasladados en aviones de transporte Il-76. Todo esto ante la escalada de “amenazas” desde Estados Unidos denunciada por el gobierno del mandatario izquierdista Nicolás Maduro.
Desde agosto el gobierno del presidente Donald Trump desplegó medios militares en el Caribe. Buques de guerra, un submarino a propulsión nuclear y múltiples aviones de combate forman parte de la flotilla desplegada en aguas del Caribe, frente a las costas de Venezuela.
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Trump afirma que las maniobras militares forman parte de la lucha de su país contra el narcotráfico. Desde el 2 de septiembre fuerzas estadounidenses han destruido al menos 18 embarcaciones tanto en el Caribe como en el Pacífico con saldo de al menos 70 muertos.
Venezuela y Colombia han denunciado estos bombardeos como ejecuciones extrajudiciales.
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El poderoso sistema de defensa Pantsir SMD-E, el monstruo militar que enorgullece a Rusia
Rusia respalda a Venezuela en medio de despliegue militar de EEUU
En medio de este escenario, Rusia, un firme aliado de Venezuela desde la era del fallecido Hugo Chávez, asegura que está dispuesta a seguir brindando apoyo en diferentes áreas, entre esas la militar.
Esta operación busca fortalecer el escudo antiaéreo del país ante el despliegue del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford y su grupo de ataque en la región, considerado el mayor movimiento militar estadounidense en el área desde 1989.
Según informó el medio especializado Aviacionline, la llegada de estos equipos busca crear una defensa escalonada que complemente los sistemas S-300VM ya operativos en Venezuela.
El diputado Alexei Zhuravlev, vicepresidente del Comité de Defensa de la Duma, dijo que Rusia “ya está suministrando armas a Venezuela” y que las nuevas entregas “fortalecen significativamente su capacidad de defensa aérea”.
Los sistemas Pantsir-S1 y Buk-M2E son piezas clave en la arquitectura antiaérea moderna
El Buk-M2E está diseñado para neutralizar amenazas a medio alcance, con capacidad para interceptar objetivos entre 3 y 45 kilómetros y a altitudes de hasta 25 km.
Por su parte, el Pantsir-S1 actúa como defensa puntual de corto alcance, cubriendo entre 1,2 y 20 kilómetros y hasta 15 km de altitud.
Ambos sistemas combinan misiles y cañones automáticos, lo que les permite enfrentar aviones, helicópteros, drones y municiones guiadas, incluso en entornos saturados de guerra electrónica.
La integración de estos equipos con los S-300VM refuerza la capacidad de Venezuela para establecer una “burbuja antiaérea” multinivel, aumentando la densidad y complejidad del sistema defensivo.
Expertos señalan que este despliegue tiene un carácter principalmente disuasivo, orientado a complicar operaciones de supresión de defensas (SEAD/DEAD) y elevar los costos y riesgos de cualquier intervención extranjera. (I)