Con el llamado a reservistas, realizado hoy por el presidente ruso Vladimir Putin, contradijo su discurso de marzo pasado cuando señaló que “no habrá convocatorias adicionales de reservistas”, dentro de la invasión que su país ejecuta contra Ucrania desde el pasado 24 de febrero.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, precisó que la orden atañía a 300.000 reservistas en un primer momento.

Dichos reservistas deben haber cumplido el servicio militar obligatorio, tener experiencia en combate o alguna especialidad militar que necesiten las Fuerzas Armadas, aunque es improbable que sean destinados al frente.

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Los primeros movilizados serán suboficiales de reserva de menos de 35 años y oficiales de menos de 45 años, según Andréi Kartapólov, el jefe del comité de Defensa de la Duma o Cámara de diputados.

Eso sí, los reservistas que sean movilizados no tienen elección. El Parlamento ruso aprobó la víspera leyes que endurecen hasta los diez años de cárcel el castigo por deserción, rendición voluntaria o negarse a entrar en combate.

Ni reclutas ni universitarios

Adelantándose a la oposición de muchos rusos, especialmente en las grandes ciudades, a enviar a sus hijos al frente, Shoigú aseguró que “no habrá movilización de estudiantes universitarios”.

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En principio, tampoco serán movilizados los reclutas, aunque las organizaciones de derechos humanos denunciaron el despliegue en las últimas semanas de un gran número de reclutas en la frontera con Ucrania.

“Toda esa gente no sabe pelear. Esos cadetes han caído. Han venido a morir entre nosotros”, aseguró Zelenski en una entrevista publicada por el diario alemán Bild. “Nosotros ya sabemos que ha movilizado cadetes, muchachos que no sabían pelear. Ni siquiera pudieron terminar su formación”, agregó.

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Según Zelenksi, Rusia “necesita un ejército de millones porque ve que muchos de los que han venido han salido corriendo”.

Por su parte, Sergiy Nikiforov, secretario de prensa del presidente de Ucrania, predijo que el ejército ruso no podrá entrenar y equipar a los soldados recién movilizados, al igual que no preparó a sus tropas al comienzo de la invasión.

Esos 300.000 soldados adicionales, agregó, que solo “ayer eran reclutas sin experiencia”, serán enviados adonde incluso “bandidos” o “mercenarios” han fallado.

La movilización anunciada en Rusia es “una tragedia, ante todo, para el pueblo ruso” y sirve como reconocimiento de la “incapacidad del ejército profesional” de Rusia, insistió Nikiforov en comentarios a la emisora pública ucraniana Suspilne.

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“Las autoridades rusas -añadió- van a compensar el fracaso de su ejército profesional aumentando los niveles de violencia y represión contra su propio pueblo”. (I)