Maha Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun (68 años), también conocido como Rama X, subió al trono con tal nombre por ser el décimo monarca de su linaje, teniendo un curioso concepto de sí mismo. Rama X considera que es un semidiós, como sus antecesores; seres híbridos, perfeccionados por un toque de “genes celestiales”. El rey excéntrico considera que no es “del todo humano”.

Rama asumió el cargo después de la muerte de su padre, Bhumibol Adulyadej o Rama IX, el 13 de octubre del 2016.

Durante sus primeros años se dedicaron a reverenciarlo, pues la dinastía Chakri, a la que pertenece, basa su legitimidad en su supuesto parentesco con las divinidades budistas. La propaganda lo mostraba rodeado de una aureola, obligando a sus súbditos a arrodillarse y a no poder sobrepasar la altura de su coronilla.

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Desde los doce años no se abrochaba los cordones de sus zapatos porque los criados lo hacían por él. Solo cuando fue enviado a estudiar en un internado inglés tuvo que agacharse y probar un poco de independencia. Según entrevistas a medios internacionales, sus compañeros de curso lo recuerdan torpe y con una mirada ausente.

Uno de los atuendos que utilizó en su ceremonia de coronación (mayo 2019), los actos llegaron a prolongarse durante tres días con un presupuesto de 30 millones de dólares. Foto: GTRES

El rey dentro y fuera de su vida de monarca

Rama X no ha sido conocido por sus labores políticas o su papel dentro de la familia real, sino por su diario vivir repleto de excesos y polémicas.

Según la prensa internacional, poco tiene que ver con las tradicionales familias reales europeas, consideradas estrictas en el protocolo de vestimenta, ya que un mechón suelto adquiere casi rango de cuestión de Estado.

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Una de las imágenes más conocidas de este monarca son las fotografías (prohibidas en Tailandia) en las que aparece luciendo ceñidos crop tops, mientras una de sus concubinas lo acompaña.

En 2017 se hicieron públicas imágenes en las que se veía a Maha Vajiralongkorn en el aeropuerto de Múnich. En la imagen se aprecia al rey siendo recibido con honores en el aeropuerto, con una vestimenta particular para un recibimiento real: top blanco de tirantes enseñando la barriga y los tatuajes, jeans desgastados (que en cierta ocasión se caían dejando a la vista la parte superior del trasero).

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Foto: Twitter

De momento, el rey pasa la mayoría de sus días en una mansión en Alemania, a orillas de un lago de Baviera; habría cambiado la Constitución para poder vivir en el extranjero y gobernar desde donde quisiera.

Además, llevó a 20 concubinas de su harén. Y ya que no caben en la mansión, alquiló 99 habitaciones de un hotel en una estación de esquí en Los Alpes. La cuarta planta ha sido bautizada por la prensa alemana como “la sala de los placeres”, siendo contemplado por otros 119 cortesanos.

Suele dar paseos en una de sus bicicletas por los lujosos barrios alemanes.

Según un testimonio recogido por el medio internacional The Economist, solo tiene tres ocupaciones: “Comer, pedalear y f…”, periodistas aseguran que habría que añadir volar, ya que cuando se aburre pilota uno de los 38 aviones que tiene a su disposición.

Cabe recalcar que no desembarca, sino que vuelve a despegar sin detenerse, poniendo en marcha una peligrosa maniobra llamada touch and go (‘tocar y salir’), demostrando que “puede quemar todo el combustible que desee”, porque es uno de los monarcas más ricos del mundo (pero no amigable con el planeta).

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Su primera orden como rey fue poner bajo su control la Oficina de Propiedad Real, que gestiona las inversiones y posesiones dinásticas, valoradas en 32.000 millones de euros.

‘El que no puede ser nombrado’

El año pasado se organizaron varias manifestaciones en contra de la monarquía. Miles de jóvenes protestaron pidiendo reforzar contra “Voldemort”, como “quien no debe ser nombrado”, debido a que cualquier crítica al rey puede ser penado bajo la Lése Majesté con hasta quince años de prisión.

Las demandas de los protestantes fueron claras:

  1. Cancelar y modificar las leyes que expanden el poder de la monarquía
  2. Modificar la ley de lesa majestad para que sea “compatible” con la democracia
  3. Escuchar las voces de las personas que expresan sus opiniones políticas en margen de actualidad
El Comandante en Jefe Real declaró: "La enfermedad del coronavirus desaparece, pero la enfermedad de odiar a la nación es incurable", en contra de los pedidos presentados por los protestantes. Foto: Twitter

Las manifestaciones proliferaron movimientos sociales en cada rincón del país asiático. Por primera vez se criticó abiertamente a la monarquía, nombrándola como algo sin precedentes en la historia de Tailandia.

Aunque el nuevo monarca habría pedido que no se aplicara la Lesé Majesté, este expandió sus poderes como ningún otro rey desde 1932, año en que se abolió la monarquía absoluta por una constitucional.

La Policía Real Tailandesa arrestó a decenas de líderes de las protestas estudiantiles, suscitando cientos de heridos y el aumento de demandas y enfrentamientos, señalando a los jóvenes como protagonistas de sedición, obstruir vía pública y poner en peligro la salud del país.

Las protestas se iniciaron en junio y se extendieron hasta agosto del 2020.

El palacio negó que editores de los mayores periódicos del país mencionen las demandas de los manifestantes de reformar el Gobierno, que días después los protestantes solicitaron algunos más, entre ellos, investigar los asesinatos de quienes criticaron o tuvieron algún tipo de relación con la monarquía. (I)

Titulares como: 'Dejen a la monarquía fuera de esto' y 'Los estudiantes cruzaron la línea' resaltaban las portadas en la semana de las protestas.