Un equipo internacional de científicos utilizó el radiotelescopio FAST, el más grande y sensible del mundo, para buscar posibles señales de civilizaciones tecnológicas extraterrestres en el sistema estelar Trapisst-1, uno de los más prometedores conocidos hasta ahora.
Aunque la investigación no encontró evidencias concluyentes de tecnología alienígena, los resultados aportan información clave para futuras búsquedas.
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Trapisst-1 es una estrella enana roja situada a unos 40 años luz de la Tierra y alberga siete planetas rocosos de tamaño similar al terrestre, de los cuales al menos tres orbitan en la zona habitable, donde podría existir agua líquida.
Por sus características, el sistema es considerado uno de los más parecidos al Sistema Solar y uno de los principales objetivos en la búsqueda de vida fuera de la Tierra. En particular, Trapisst-1e figura entre los exoplanetas potencialmente habitables más estudiados.
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La investigación estuvo liderada por Guang-Yuan Song, de la Universidad de Dezhou, en China. El equipo realizó observaciones con FAST en cinco sesiones independientes de 20 minutos cada una, sumando 1,67 horas de observación.
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Los científicos buscaron frecuencias de radio muy específicas que cambiaran lentamente con el tiempo, un patrón que podría explicarse por el movimiento orbital de un planeta y que sería casi imposible de producir por procesos naturales. De acuerdo con los investigadores, este tipo de señales sería un fuerte indicio de un origen artificial.
Gracias a la configuración de FAST, el equipo pudo detectar transmisiones tan débiles como 2,04 × 10¹⁰ vatios, un nivel de sensibilidad superior al de estudios anteriores. Sin embargo, no se identificaron señales que pudieran atribuirse de manera convincente a tecnología extraterrestre.
Lejos de ser un resultado negativo, el estudio permite establecer límites claros sobre la presencia de ciertos tipos de transmisores artificiales en el sistema Trapisst-1 y demuestra el potencial de las búsquedas modernas del programa SETI.
Los investigadores subrayan que descartar por completo la existencia de vida en este sistema podría tomar años o incluso décadas.
El equipo planea ampliar sus análisis para incluir señales periódicas o transitorias, que podrían haber pasado desapercibidas con los métodos actuales. Mientras tanto, Trapisst-1 seguirá siendo un objetivo prioritario en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, uno de los esfuerzos científicos más ambiciosos para comprender el lugar de la humanidad en el universo. (I)