La ONU confirmó este jueves que la tregua de dos meses pactada en Yemen se está respetando, aunque admitió su preocupación por ciertas operaciones militares, particularmente en la provincia de Marib, que pueden ponerla en peligro.
“Por ahora, el acuerdo está manteniéndose en general. Ofrece un momento de respiro para los yemeníes y una posibilidad para buscar la paz”, dijo al Consejo de Seguridad el enviado de Naciones Unidas para este conflicto, Hans Grundberg.
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El diplomático destacó el compromiso mostrado tanto por las autoridades de Yemen como por los rebeldes hutíes para detener las hostilidades en todo el país por primera vez en seis años, pero consideró necesario que esa voluntad política se mantenga para poder avanzar hacia el fin de la guerra.
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Grundberg apuntó que preocupan en especial los “informes de operaciones militares” en torno a Marib, la capital de la provincia del mismo nombre, en el norte del país y donde en los últimos días las dos partes del conflicto se han acusado mutuamente de violar la tregua.
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La provincia de Marib está en su mayoría controlada por los rebeldes, excepto la capital y unos campos de petróleo y gas adyacentes, un área que ha sido objetivo en el último año de una ofensiva hutí.
“Muchos yemeníes me han dicho que temen que la tregua se utilice para preparar el terreno de una nueva escalada. Este miedo es comprensible dada la falta de confianza y las pasadas experiencias”, dijo hoy Grundberg al Consejo.
El enviado de la ONU insistió en que es fundamental aprovechar esta tregua de dos meses, que definió como “frágil”, para buscar un cese de las hostilidades definitivo y un fin negociado de la guerra.
Las perspectivas de lograr la paz se han reforzado con la reciente renuncia del presidente yemení Abdo Rabu Mansur Hadi y la cesión de todos sus poderes a un consejo ejecutivo compuesto por miembros de las principales facciones yemeníes que combaten a los hutíes.
Numerosos observadores consideran que Arabia Saudí, el principal apoyo de Hadi y que lidera la coalición que combate desde hace años a los rebeldes, está detrás de ese movimiento en un intento por poner fin al conflicto, que lleva mucho tiempo atascado y que ha dejado varios ataques hutíes contra territorio saudí.
La guerra en el Yemen estalló a finales de 2014 y se ha convertido en lo que la ONU considera la mayor tragedia humanitaria del planeta, con el 80 % de la población necesitada de algún tipo de asistencia. (I)