Seguramente las puertas de un bar cerraban, como acostumbraban, para dar paso a otros movimientos. Pero, algo llamó, antes de la hora de bajar la santamaría, la atención que se presentaron los uniformados. Al llegar dejaron al descubierto una sala para orgías en una cocina.
Lo que halló la policía de Madrid en Usera, un barrio de la capital española, impresionó al punto de que el operativo es titular de los medios de ese país e internacionales.
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El lugar de las orgías fue detectado en el bar Copacabana, donde, divulgó El Mundo, “cobraban a los clientes por tener sexo en su cocina clausurada”.
La “sala de orgías” no estaba a la vista de cualquier persona que acudía al bar, donde colgaban hasta cuadros marianos. No era fácil maginar que detrás de unos estantes estaba el espacio para dar rienda suelta a momentos de pasión desenfrenada.
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Tras mover la estantería, ante los ojos de los policías se abrió la cocina con mesones, ollas y cilindros (o bombonas) de gas.
”Yo veo una cocina. No hay fustas, ni látigos… hay ¿ollas?”, comentó Daniela León en redes sociales.
Cómo funcionaba la sala de orgías
A ese recoveco, como describe 20 Minutos, pasaban las personas más allegadas al dueño del bar.
Según recoge el medio de España, el establecimiento llevaba tiempo siendo blanco de críticas. Las personas se quejaban de los ruidos.
Lo primero que detectó la Policía fue un número mayor de personas a las que permitían por ley. Los presentes doblaban la cifra. Al parecer, podían estar hasta 33 personas y hallaron a unas 60.
Pero, mientras se hacía el conteo, un cliente se alteró y contó todo lo que lo que pasaba detrás de los estantes, narró 20 Minutos.
Se procedió al desalojo, pero uno de los clientes contó que en el bar “hay un cuarto apartado de la vista y oculto detrás de una estantería de madera” en el que ese momento había “gente que practicaba sexo a cambio de dinero”.
La bomba detonó. Nadie se esperaba esa reacción. Los policías no vacilaron en pedir que movieran los estantes.
“¿Qué hacen ustedes aquí?”, preguntaron los policías a los hombres y mujeres que estaban en la citada cocina, espacio que para el momento tenía la luz apagada.
Las manos en la masa
Con más detalles del operativo, desarrollado la noche del domingo 4 de junio de 2023, lo sucedido lo contó así ABC: “Al encenderlas, vieron allí a nueve personas agachadas (cuatro mujeres y cinco hombres), algunas en una ‘extraña posición’. Trataban de ocultarse de los agentes, pero les habían pillado con las manos en la masa”.
Hubo varias respuestas, pero en lo que sí coincidieron, según el referido medio, fue en reiterar que “solo entran las personas de confianza del dueño a determinadas horas”.
A esas personas les habrían encontrado, además “un frasco de popper (sustancia para lograr mayor placer en las relaciones sexuales)”, poco más de 200 dólares por persona y también detectaron alimentos en mal estado.
Ante los hechos, clausuraron el bar, de manera preventiva, y seguramente se expondrá a multas.
Julia Arcos no deja de sorprenderse por lo que ve en redes y comenta: “Madre mía, ya hay que estar necesitada (o) para pagar para meterse ahí y encima de las ollas bien llenas de comida”. (I)
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