El pasado lunes, 22 de septiembre, los cantantes colombianos Bayron Sánchez Salazar, conocido artísticamente como B King, y Jorge Luis Herrera fueron localizados sin vida tras permanecer varios días desaparecidos en México, en medio de una gira que realizaban en el país

La trágica muerte de ambos artistas abrió un debate sobre sus presuntos nexos familiares con uno de los capos más famosos de Colombia.

La Fiscalía del Estado de México investiga el caso como homicidio doloso, mientras que medios locales aseguran que en el lugar fue encontrado un mensaje atribuido a La Familia Michoacana, lo que refuerza la hipótesis de un ajuste de cuentas ligado al crimen organizado.

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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se pronunció tras conocerse el crimen y responsabilizó a las mafias internacionales y a las políticas prohibicionistas de drogas de alimentar estructuras violentas que afectan a la juventud.

En medio del impacto por la noticia, reapareció el nombre de Camilo Torres Martínez, alias Fritanga, quien desde prisión negó cualquier lazo familiar con el cantante asesinado. “No tengo ningún tipo de relación con él”, afirmó desde la cárcel de La Paz en Itagüí.

El narcotraficante aclaró que la conexión con el artista se originó únicamente por una relación sentimental con una mujer hace más de 13 años, a quien identificó como tía de B King, pero recalcó que no existe parentesco ni contacto actual con esa familia.

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Las declaraciones contrastan con lo que B King había dicho en 2022 en una entrevista televisiva, donde aseguró que Fritanga era su tío y una figura central en su vida personal y artística. En esa ocasión, incluso defendió su imagen y lo describió como un hombre generoso.

El artista relató en ese entonces que su adolescencia estuvo marcada por la captura de su supuesto tío en 2012, durante una lujosa boda en la Isla Múcura. Aquel operativo derivó en la extradición de Fritanga a Estados Unidos, donde cumplió condena por narcotráfico.

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Tras su regreso a Colombia en 2019, Fritanga volvió a enfrentar procesos judiciales, entre ellos señalamientos de fraude procesal por documentos falsificados. Hoy, desde prisión, busca desvincularse del caso que ha puesto nuevamente su nombre en la opinión pública. (I)