En una semana se realizarán elecciones generales en Nicaragua (el 7 de noviembre). Sin embargo, lo más probable es que los resultados no sean reconocidos por gran parte de la comunidad regional e internacional por los continuos ataques legales que dejaron a estos comicios sin candidatos opositores al régimen de Daniel Ortega.

La situación es tal que, según el portal Confidencial.com.ni, el 86,43 % de la población no quiere votar y otro 5,46 % no sabe si lo hará. El sondeo se realizó entre 5.000 personas y desde el medio se indica que la principal razón para estos resultados es la eliminación de partidos políticos opositores y el arresto de siete candidatos presidenciales críticos a Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

En este medio, cuyas instalaciones en el país han sido confiscadas por el Estado, pero que sigue laborando con colaboradores dentro y fuera del país bajo la dirección del reconocido periodista Carlos Fernando Chamorro, economistas han mencionado que el país está en una delicada situación económica y que el Gobierno deberá implementar algún cambio drástico para mantenerse durante cinco años más, pese al proyectado crecimiento anual de 1,8 %.

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Los Ortega Murillo “controlan el escenario electoral para asegurar su continuidad en el poder” sin propuestas para “resolver” el grave problema de pobreza que sufre la población, según un estudio del Centro de Investigaciones en Comunicación de la Universidad de Costa Rica, recogido por AFP.

“La población tenía grandes expectativas con este proceso (electoral), pero en la medida que avanzó, se han venido desinflando (...) Hay descontento y falta de voluntad para acudir a las urnas”, declaró la analista nicaragüense Elvira Cuadra, durante una conferencia en la presentación del estudio en San José, Costa Rica, país que ha recibido a muchos exiliados.

En 2021 Nicaragua recibió una inversión extranjera directa de 159,4 millones de dólares, cuando solo en 2017, un año antes que comiencen las protestas contra el régimen que tuvo una fuerte represión que causó una crisis política que continúa, dicho rubro de inversión era de 970,9 millones de dólares.

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El Banco Central de Nicaragua ha dicho que pese a que estima una recuperación entre el 6 y 8 % este año, es difícil para una persona conseguir empleo.

El analista nicaragüense Eliseo Núñez comenta que la vida económica del país ha decrecido, pero desde el Estado se comunica un crecimiento que se basa en tres factores.

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“El primero es el efecto rebote de la pandemia, que subió los precios de los productos exportables para Nicaragua; el segundo es producto de las remesas familiares, que subieron porque hubo también efecto rebote y ayudas sociales en los países que acogen migración nicaragüense, y tercero, la ayuda que se dio por el COVID por parte de organismos internacionales, que sumó casi 1.200 millones de dólares. Pero no se ha generado confianza en el país y no hay nuevas inversiones, no hay ampliación del empleo y la gente cada vez siente que tiene más dificultades para adquirir los productos de la canasta básica y para conseguir empleo”, dice Núñez, quien agrega que según cifras del Seguro Social, el crecimiento económico no se refleja en crecimiento del empleo.

Para él el tema por resolver es el político, ya que sin eso no se podrá buscar solución a los otros.

Núñez también menciona que el tema del coronavirus se debe tomar en cuenta, porque el Gobierno sigue con cifras de alrededor de un muerto por semana, pero cuando se revisan las redes sociales hay una enorme cantidad de gente que se reporta como fallecida, incluso cuando la gente sale de sus casas se da cuenta de “que se han muerto dos o tres vecinos”, algo que ha hecho que Ortega baje en las encuestas más, incluso entre su propia gente.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Nicaragua todavía no alcanza a vacunar al 10 % de su población. El Ministerio de Salud informó, el martes pasado, que la pandemia deja ya 207 muertos y 16.044 casos confirmados de COVID-19 desde marzo de 2020, según EFE, pero la red de médicos independientes Observatorio Ciudadano COVID-19 ha reportado 5.887 fallecimientos por neumonía y otros síntomas relacionados con la pandemia, así como de 31.036 casos sospechosos.

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La pandemia sigue afectando al país. Personas con y sin tapabocas fueron registradas este viernes a esperar un autobús en Managua. Foto: EFE

Desde el 2018 el país y distintos dirigentes del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSNL) han recibido sanciones y críticas internacionales.

Nicaragua es uno de los países más pobres de América Latina y organizaciones acusan al Gobierno que en 2018 su represión dejó más de 300 muertos.

Ya países e instituciones como la Unión Europea han dicho que no reconocerán las próximas elecciones, lo que podría traerle más problemas al régimen.

El Gobierno de EE. UU., junto a otros aliados, están preparando nuevas sanciones, incluyendo revisar la participación de Nicaragua en el Tratado de Libre Comercio entre EE. UU., Centroamérica y República Dominicana (llamado DR-Cafta) y cualquier otro mecanismo de asistencia, indicó el diario nicaragüense La Prensa, citando fuentes del Departamento de Estado del país norteamericano.

Algo que podría afectar más la situación humanitaria e incluso provocar que más personas del país salgan camino a EE. UU., país que recibe alrededor de la mitad de las exportaciones de Nicaragua, por ello este último sigue analizando el cómo.

La Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución que demanda al régimen una solución a la crisis, en la que se pide la liberación de los candidatos presidenciales y los presos políticos, así como un mayor compromiso para lograr elecciones libres. También indicó que tras los comicios se evaluaría la situación y se podría hasta adoptar acciones de acuerdo con lo estipulado en la Carta Democrática Interamericana.

En tanto, nicaragüenses en distintos países de América y Europa han convocado a movilizaciones en contra de los comicios generales que se celebrarán el próximo 7 de noviembre.

Convocados por distintas organizaciones, los integrantes de la diáspora nicaragüense abrirán la jornada de protestas el 6 de noviembre en Roma y continuarán el día de la votación con actividades en Madrid y Bilbao, en España; Lund, en Suecia, y en Ottawa, San José de Costa Rica y Ciudad de Panamá. En Estados Unidos, las manifestaciones tendrán lugar el 7 de noviembre en Miami, Boston, Nueva York, Houston, Los Ángeles y Washington, según las convocatorias difundidas en distintas redes sociales. (I)