La administración del presidente Donald Trump anunció la imposición de una tarifa de 100.000 dólares para las solicitudes de visas H-1B destinadas a trabajadores altamente calificados, en un cambio que podría transformar el panorama migratorio de Estados Unidos.

La Casa Blanca aclaró que no todos los solicitantes se verán afectados. En un correo citado por Bloomberg News, la portavoz Taylor Rogers explicó que “la proclamación permite posibles exenciones, que pueden incluir a médicos y residentes médicos”.

El decreto, firmado el viernes pasado, generó preocupación en sectores como la tecnología y la medicina, donde miles de profesionales extranjeros dependen del programa H-1B. La administración argumenta que el nuevo arancel busca garantizar que solo ingresen al país individuos “extraordinariamente calificados” y evitar que las empresas utilicen mano de obra extranjera para sustituir a trabajadores estadounidenses.

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El secretario de Comercio, Howard Lutnick, defendió la medida al señalar que en el pasado se otorgaron visas a personas con salarios bajos y dependientes de asistencia gubernamental. Según el funcionario, el nuevo esquema permitirá filtrar al “cuartil inferior” y recaudar más de 100.000 millones de dólares para el Tesoro, con el fin de reducir deuda y bajar impuestos.

La decisión provocó alarma en el sector salud. El presidente de la American Medical Association, Bobby Mukkamala, advirtió que el cobro “pone en riesgo el flujo de médicos altamente capacitados de los que dependen los pacientes, especialmente en comunidades rurales y desatendidas”.

El impacto podría ser significativo, dado que los hospitales y centros de investigación estadounidenses dependen en gran medida de médicos internacionales. Datos federales recopilados por la organización KFF muestran que más de 76 millones de personas en EE. UU. viven en zonas con escasez de médicos de atención primaria. Instituciones como el Hospital de Investigación Infantil y la Clínica Mayo, que ha obtenido más de 300 aprobaciones de visas H-1B, figuran entre los principales patrocinadores de este tipo de profesionales.

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El cambio también afecta a la comunidad médica internacional, especialmente en países como India, de donde proviene cerca del 22% de los médicos inmigrantes en Estados Unidos, según la firma financiera Remitly.

Por ahora, la Casa Blanca precisó que la nueva tarifa no aplicará a quienes ya poseen una visa H-1B vigente. (I)