La ciudad de La Plata sigue conmocionada por el brutal asesinato de Kim Gómez, la niña de siete años que fue arrastrada por un auto robado en el que se encontraba cuando dos delincuentes se lo llevaron a la fuerza.

Marcos Gómez, el padre de la víctima, expresó su profundo dolor y pidió justicia. “Me gustaría que sufran un poco de lo que estoy sufriendo yo”, exclamó con impotencia para varios medios de comunicación.

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El trágico episodio ocurrió la noche del martes cuando la madre de la menor, Florencia, se encontraba en su vehículo en una intersección con semáforo. Dos ladrones armados, menores de 17 y 14 años, la obligaron a bajar y huyeron con el auto sin saber que Kim seguía en el asiento trasero, con el cinturón de seguridad.

Un testigo afirmó haber visto a uno de los ladrones, aparentemente el adolescente de 14 años, intentando sacar a la niña por la ventanilla trasera, pero la niña quedó enganchada y fue arrastrada por varias cuadras hasta que los asaltantes se estrellaron contra una columna. La pequeña sufrió un traumatismo craneal fatal.

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Tras el accidente, ambos menores huyeron a pie. Más tarde, el joven de 17 años habría confesado el crimen a su familia y su propio padre lo entregó a la justicia, mientras que el adolescente de 14 años fue detenido en la casa de sus abuelos.

El caso generó una fuerte reacción en la sociedad y en el ámbito político. En respuesta al crimen, el Gobierno anunció que acelerará el debate sobre la reducción de la edad de imputabilidad.

Mientras tanto, la comunidad platense se movilizó en un pedido unánime de justicia por Kim. Vecinos, familiares y amigos realizaron una marcha en la que exigieron que los responsables sean castigados con la mayor severidad posible.

La investigación sigue en curso y la fiscal del caso solicitó la detención formal del joven de 17 años, mientras que el segundo implicado, de 14 años, es inimputable según la legislación vigente. (I)