Cuando el presidente estadounidense Donald Trump encomendó a Elon Musk reducir el gasto público, el hombre más rico del mundo se convirtió en un asesor omnipresente, hasta que esta semana dio por terminada su misión.
Estos son algunos de los momentos que demuestran su influencia y las polémicas que ha suscitado.
¿Saludo nazi?
El día de la investidura de Trump, el pasado 20 de enero, Elon Musk, jefe de Tesla, Space X y la red social X, causó polémica al levantar dos veces el brazo derecho en el escenario, en un gesto calificado por políticos demócratas e historiadores como un saludo nazi.
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En su red X, el multimillonario le restó importancia y hasta bromeó. “¡No digas Hess a las acusaciones nazis! ¡Hay gente que se traga cualquier cosa de Goebbels! ¡Deja de Goering a tus enemigos! Sus pronombres habrían sido He/Himmler”, escribió en verso mencionando a nombres de destacados nazis junto a un emoticono de una cara llorando.
“Orgulloso de ser alemán”
Días después, el 25 de enero, Musk se dirigió por videoconferencia a miles de simpatizantes del partido ultraderechista alemán AfD, en vísperas de las elecciones generales.
“Es bueno estar orgulloso de ser alemán. Luchad por un futuro brillante para Alemania”, dijo.
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Un niño en el despacho oval
El 12 de febrero el empresario defendió en el despacho oval sus brutales recortes en los servicios federales con su hijo de cuatro años sobre sus hombros y ante la mirada aprobadora de Donald Trump.
Mientras hablaba, el empresario intentaba distraer a “X”, el hijo que tuvo con la artista Grimes. Acabó confiándoselo a una mujer presente en la sala.
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El hombre de la motosierra
Encargado de recortar el presupuesto federal al frente de una comisión para la eficiencia gubernamental llamada DOGE, Elon Musk blandió una motosierra el 20 de febrero en el escenario de una importante convención conservadora. Se la regaló el presidente argentino Javier Milei, experto a su vez en meter tijera a los servicios públicos.
La estrella del gobierno
En la primera reunión del gabinete, el 26 de febrero, Musk robó el protagonismo. Pero 10 días después, una nueva reunión provocó enfrentamientos entre el jefe de SpaceX y los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Transportes, Sean Duffy, por los recortes anunciados en los servicios federales, según los medios estadounidenses. “No hubo enfrentamiento, yo estaba allí”, dijo Donald Trump.
Tesla en la Casa Blanca
Con Elon Musk a su lado, Donald Trump posó como promotor de vehículos Tesla en la Casa Blanca el pasado 11 de marzo.
La marca registró una caída en las ventas y algunos coches fueron vandalizados como consecuencia de la postura política de Musk.
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Millones para Wisconsin
En vísperas de elecciones para sustituir a un juez de la Corte Suprema del estado de Wisconsin, Elon Musk se volcó con el candidato conservador. Llegó incluso a ofrecer dos cheques de un millón de dólares a dos votantes el 27 de marzo.
Pero ganó la candidata demócrata.
“Cretino”
Después de que Trump impusiera fuertes aranceles a las importaciones, Musk contraatacó abogando por una “zona de libre comercio” entre Europa y Estados Unidos.
El 8 de abril, llamó públicamente “cretino” a Peter Navarro, asesor comercial de Trump y artífice de estas barreras aduaneras.
Navarro había calificado a Tesla de “ensamblador” de coches fabricados con piezas procedentes de fuera de Estados Unidos.
“Decepcionado”
El 27 de mayo, más de cuatro meses después de la toma de posesión de Donald Trump, llegaron las primeras críticas de Elon Musk.
En una entrevista, el multimillonario dijo estar “decepcionado” por el proyecto de ley presupuestaria impulsado por el presidente. Considera que aumenta el déficit contra el que se supone que lucha DOGE.
Un día después confirmó su salida del gobierno, tal y como estaba “previsto”. (I)