La historia de Randy Gardner, el adolescente que pasó 11 días sin dormir y rompió un récord Guinness

En el frío diciembre de 1963, dos jóvenes adolescentes se embarcaron en un audaz experimento que cautivó la atención de Estados Unidos y el mundo entero, dejando una marca imborrable en la historia. Su objetivo era romper el récord de la mayor cantidad de días sin dormir, desafiando los límites de la resistencia humana.

Bruce McAllister, uno de los estudiantes de secundaria detrás de esta idea extraordinaria, relató que todo comenzó como una simple tarea escolar de ciencias. Bruce y su amigo Randy Gardner se propusieron superar el récord mundial de permanecer despiertos, que en ese momento estaba en manos de un DJ en Honolulu, con 260 horas, equivalentes a menos de 11 días, tal como reseña La Razón.

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En una entrevista posterior, Bruce reflexionó sobre aquellos días de juventud: “Éramos unos jóvenes imprudentes, no cabe duda. Me quedé despierto junto a Randy para vigilarlo, y después de tres noches de insomnio, me encontré apoyado contra la pared, escribiendo notas en esa misma pared”.

Para llevar a cabo esta hazaña, los adolescentes involucraron a terceros, como Joe Marciano, quien más tarde sería reemplazado por el investigador del sueño William Dement de la Universidad de Stanford, y el teniente comandante médico de la Marina de los Estados Unidos, John J. Ross, quienes brindaron apoyo fundamental y tranquilidad a los padres de Randy.

Dement comentó: “Probablemente fui la única persona en el planeta en ese momento que realmente había investigado el sueño”.

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A medida que los días avanzaban, los efectos del experimento comenzaron a manifestarse en Randy Gardner. Sus sentidos se vieron afectados, su memoria y su atención se debilitaron y experimentó cambios de humor y alucinaciones.

A pesar de sus desafíos, logró mantenerse despierto durante 11 días y 25 minutos, un récord Guinness que perdura hasta nuestros días como un testimonio de la resistencia humana ante los límites de la vigilia.

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