Un hoyo en la capa de ozono alarmó al mundo en 1990, pero informes de la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos dictaminan que podría recuperarse en cuatro décadas.
La capa de ozono es una defensa natural de la Tierra, que la protege de los rayos solares y ultravioletas, los cuales dañan el ADN de los seres vivos y pueden provocar cáncer. El agujero, que es más pronunciado en la región antártica, debilitaba la protección y filtración de los rayos.
Publicidad
De acuerdo al informe, una de las razones para la recuperación de la capa de ozono es un histórico acuerdo medioambiental que casi 200 países firmaron en 1987 para eliminar la emisión de aerosoles clorofluorocarburos y del cual se están manifestando los resultados.
En enero se ajustan las manecillas del Reloj del Fin del Mundo ¿Cuánto falta para el apocalipsis?
La dispersión de esas partículas industriales en la atmósfera estaba poniendo en peligro esa capa delgada y esencial para la preservación de la vida terrestre, situada a entre 11 y 40 kilómetros encima de la superficie del planeta.
Publicidad
Eliminar esas sustancias que dañaban al ozono en la estratosfera permitirá reducir en hasta un grado centígrado el aumento del calentamiento del planeta de aquí a mediados de siglo, en comparación con la situación previa, en la que su uso aumentaba cada año un 3%.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) explica en el informe que la capa de ozono recuperaría sus niveles normales de extensión y profundidad en el 2066, aunque en el Ártico se recuperaría antes, en el 2045.
Sin embargo, el informe advierte que el mundo anda mal encaminado para atajar el problema en otros frentes del cambio climático, como las emisiones de CO2 o de metano debido a los combustibles de origen fósil.
También falta reconocer el rol de las “sustancias muy efímeras” (VSLS en inglés), que no están cubiertas por el Tratado de Montreal, y el cambio climático.
Por lo tanto, los científicos deben ser estratégicos en la preservación de la capa de ozono al mismo tiempo que se crean otras propuestas medioambientales, para evitar peligrar su recuperación.
(I)