Las autoridades japonesas están buscando a un cazador que desapareció en una montaña en la isla Hokkaido, en el norte del país, cerca de donde recientemente se avistó un oso pardo.

Esta situación ocurre en medio de una serie de ataques mortales de los animales que ha provocado la declaración de emergencia por osos en la ciudad de Fukushima, Hokkaido.

La reducción del hábitat sería la principal causa de ataque de osos al ganado en Imbabura y Pichincha

El cazador fue reportado como desaparecido por un amigo en el monte Esan, a unos 120 kilómetros de Fukushima, el martes por la tarde, tras no haber regresado a casa.

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Los investigadores han encontrado un rifle cerca de la carretera, que se cree pertenece al hombre desaparecido; además observaron manchas de sangre en el sitio.

La historia evolutiva del oso pardo y del polar, tan compleja como la humana

Tan solo tres días antes, el 12 de julio, se avistó un enorme oso pardo cerca de la misma carretera, según detallan medios internacionales.

Ese mismo día, las autoridades locales declararon una emergencia de un mes por la presencia de osos pardos en Fukushima, por lo que se desplegaron policías, bomberos y cazadores las 24 horas del día en un esfuerzo por acabar con los ataques.

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La declaración se emitió inmediatamente después de que el repartidor de periódicos Kenju Sato, de 52 años, fuera asesinado por un oso, que lo mordió repetidamente y lo arrastró más de 100 metros.

¡Hay que verlo para creerlo!: el impresionante salto de un oso pardo en una cascada de un famoso parque nacional

Los vecinos, al oír sus gritos, intentaron ahuyentar a la criatura sin éxito.

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Recientemente también se han registrado ataques de osos en Honshu, la mayor de las cuatro islas principales de Japón.

Una mujer de 81 años fue asesinada por un oso negro en la prefectura de Iwate, en el noreste de Japón, el 4 de julio. Poco después, otras dos mujeres mayores, una en la prefectura de Aomori, en el norte del país, y la otra cerca de Nara, fueron atacadas en incidentes separados.

Los expertos atribuyen el aumento de los ataques de osos en parte a las dificultades de los animales para encontrar alimento (bellotas y hayucos) en su hábitat natural debido a la crisis climática, que los obliga a viajar a zonas residenciales.

Los osos pardos Ussuri de Hokkaido pueden alcanzar los 3 metros y superar los 500 kg. Los osos negros asiáticos que se encuentran en otras partes de Japón rara vez superan los 1,5 metros y los 150 kg, pero aun así pueden matar humanos.

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Las autoridades instan a los residentes de la región a no desechar residuos de alimentos fuera de sus casas para evitar atraer a las criaturas. (I)