Hong Kong se encuentra enfrentando las peores lluvias jamás registradas en su historia a menos de una semana después del paso de un supertifón.
Calles y estaciones de metro se han visto colapsadas por el agua y de acuerdo al Observatorio de Hong Kong, cayeron en las últimas 24 horas un total de 600 mm de agua (600 litros por metro cuadrado), una cuarta parte de la precipitación media anual.
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Debido a la situación, las autoridades emitieron una alerta negra para solicitar a los residentes que no salgan a las calles.
“Todo mi barrio ha quedado aislado por las inundaciones”, declaró a la AFP Olivia Lam, vecina de la parte oriental de la isla.
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“Uno de los estacionamientos subterráneos del barrio está completamente anegado y el agua alrededor de mi casa me llega hasta la cintura”, añadió.
Desde el jueves, Shenzhen también vive esta situación, con las peores lluvias desde 1952. La región ha experimentado condiciones meteorológicas extremas y temperaturas récord este verano, fenómenos que, según los científicos, están exacerbados por el cambio climático.
El Observatorio de Hong Kong informó de que hasta 158,1 mm habían caído en una hora durante la noche, un nivel sin precedentes en 140 años.
“Es como verter el contenido de cuatro bañeras en una bañera: se desborda”, resumió Eric Chan, el número dos del gobierno local.
Las autoridades anunciaron que las clases en escuelas quedaron “suspendidas debido a condiciones extremas”, y que los servicios de cargo en la frontera de la ciudad con la cercana Shenzhen fueron interrumpidos.
Según la agencia meteorológica, estas intensas precipitaciones están relacionadas con la baja presión atmosférica que dejó el paso del tifón Haikui.
Durante la última semana, el sudeste de China se vio sacudido por los tifones Saola y Haikui.
Los expertos dicen que el cambio climático ha aumentado la intensidad de las tormentas tropicales, con más lluvias y ráfagas más fuertes que provocan inundaciones repentinas y daños costeros.
En el otro extremo del país, la capital china, Pekín, sufrió a finales de julio y principios de agosto sus peores inundaciones en 140 años. La provincia vecina de Hebei se vio especialmente afectada.
Estas lluvias provocaron la muerte de varias decenas de personas y provocaron daños considerables.
Grecia, otro de los afectados
Por su parte, el Gobierno de Grecia informó que debido a las inundaciones de esta semana han muerto al menos diez personas y fue necesaria la evacuación de cientos de habitantes.
“Desgraciadamente, diez de nuestros conciudadanos perdieron la vida en las inundaciones, y hay cuatro personas desaparecidas”, informó el ministro griego de Protección Civil, Vassilis Kikilias, en una rueda de prensa.
Todas las víctimas fatales de las lluvias torrenciales que cayeron entre el martes y el jueves fueron encontradas en la región de Tesalia, a unos 300 kilómetros al norte de Atenas.
En el marco de una “inmensa operación” de rescate, los bomberos utilizan helicópteros y botes salvavidas para llegar a los pueblos de la región, bloqueados por la crecida de los ríos.
Las calles se convirtieron en arroyos, y hay casas bajo el agua en localidades como el pueblo de Palamas, reportó un periodista de AFP.
Según los rescatistas, al menos cuatro personas siguen desaparecidas en Magnesia y Karditsa.
La tormenta “Daniel”, que fue catalogada como un fenómeno “extremo” por la cantidad de agua caída en 24 horas, azotó lunes y martes la zona de Magnesia, en particular su capital, la ciudad de Volos y los pueblos del Monte Pelión, antes de llegar el miércoles localidades cerca de Karditsa y Trikala.
Unos 200 turistas varados en el Monte Pelión fueron evacuados a bordo de barcos en los últimos días, indicaron el jueves los bomberos.
En cambio, en España, también se halló el cuerpo de dos personas que estaban desaparecidas en la región de Madrid. Las lluvias en la zona cayeron a principios de semana.
El hallazgo de los dos cuerpos eleva a cinco el número de fallecidos confirmados por las fuertes precipitaciones.
Una sexta persona, una mujer, sigue desaparecida después de que fuera arrastrada por la corriente de un río que se desbordó en la provincia de Toledo, región de Castilla-La Mancha (centro).
“La Guardia Civil ha encontrado a (...) los dos desaparecidos en el suroeste de Madrid”, informó en X (antes Twitter) el delegado de la región de Madrid, Francisco Martín.
Ambos cuerpos fueron recuperados en Aldea del Fresno, a 60 km de Madrid, una de las localidades más afectadas por las lluvias que cayeron sobre el centro de España desde el domingo al lunes.
Se encontraban cerca de un puente que se derrumbó debido a las inundaciones y al pie del cual se habían acumulado grandes cantidades de escombros.
España, país europeo en primera línea del calentamiento global, se ve regularmente afectado por lluvias torrenciales a finales de verano u otoño, que provocan repentinas crecidas de los ríos.
El fenómeno que genera las copiosas lluvias y tormentas, llamado por los meteorólogos DANA (Depresión Aislada a Niveles Altos), ha dejado consecuencias trágicas en el pasado, como en 2018, cuando trece personas murieron en la isla de Mallorca, en Baleares.
Más de 40 fallecidos en Brasil
El sur de Brasil se preparaba desde este jueves para nuevas lluvias torrenciales, con posibilidades de fuertes vientos y granizo, tres días después del paso de un ciclón que dejó al menos 41 fallecidos y 25 desaparecidos.
El gobierno de Rio Grande do Sul anunció que espera que el clima inestable se pose sobre todo el estado hasta la mañana del sábado “debido a la aproximación y avance posterior de un frente frío” desde el vecino Uruguay.
Un ciclón castigó la región desde la madrugada del lunes arrojando lluvia y fuertes vientos que destrozaron casas y dejaron poblaciones sumergidas.
Casi un millar de socorristas y una decena de helicópteros han sido desplegados en las labores de rescate, que se vieron complicadas este jueves luego de que dos puentes quedaron destruidos y al menos 16 rutas tenían bloqueos parciales o totales.
Con el paso de las horas, las autoridades podían medir más claramente el impacto del fenómeno, el más reciente de una serie de desastres climáticos en los últimos meses en Brasil, y el más mortífero en Rio Grande do Sul.
La noche del jueves el balance oficial de fallecidos se elevó de 39 a 41, con otras 25 personas desaparecidas, frente a nueve anteriormente reportados.
Los embates del ciclón se sintieron en 83 municipios y más de 10.500 personas debieron abandonar sus hogares. En total hay más de 122.000 personas afectadas, duplicando el balance anterior. (I)