Este jueves las principales autoridades de España y grupos ciudadanos rindieron homenaje a las víctimas del atentado terrorista yihadista ocurrido en Madrid el 11 de marzo (11M) de 2004, en el que murieron 193 personas.

En los actos realizados, varios a lo largo de toda la jornada y uno central, estuvo el rey de España, Felipe VI, y el presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez. Además estos estuvieron enmarcados en el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.

Diecisiete años después, la capital española no olvida aquel fatídico día en el que diez bombas explotaron en varios trenes de cercanías, dejando casi 200 víctimas mortales y más de 1.800 heridos.

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El acto central diferenció el homenaje de este año con el de otros aniversarios, ya que España fue elegida como sede en 2021 para la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, que se celebra cada 11 de marzo.

Presidido por Felipe VI en los jardines del Palacio Real, acudieron al recuerdo a los fallecidos las altas instituciones del Estado, así como los miembros del Gobierno con el presidente a la cabeza, el socialista Pedro Sánchez, así como representantes de diferentes fuerzas políticas.

La estación de Atocha, destino final de los trenes atacados, acogió también, como ya es tradicional, el homenaje realizado por la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, al que se unieron dirigentes sindicales de la región.

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Hubo actos de recuerdo además en las estaciones de las localidades madrileñas que sufrieron los atentados, como Alcalá de Henares, Santa Eugenia y el Pozo del Tío Raimundo.

En total, 193 personas de 17 nacionalidades distintas -la española la más numerosa (143 víctimas)- perdieron la vida en los atentados perpetrados por la organización terrorista Al Qaeda, la última de ellas, una mujer de 35 años, que falleció en 2014 tras permanecer 10 años en coma.

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A las 192 víctimas de las explosiones en los trenes se sumó un policía que días después, el 3 de abril, murió a consecuencia de las heridas sufridas cuando siete miembros del comando islamista autor de la masacre se suicidaron utilizando los explosivos que almacenaban en un piso de la localidad madrileña de Leganés.

En octubre de 2007, tras un juicio que duró ocho meses, la Justicia española concluyó que en los atentados participaron 22 hombres: los siete que se suicidaron en Leganés, otros 14 procesados que recibieron penas no superiores a los 15 años de cárcel y una persona sin identificar.

Desde aquel 11 de marzo la lucha contra el terrorismo yihadista no ha cesado en España. (I)