Texas ejecutó el jueves a Carl Buntion, de 78 años, el recluso de mayor edad en el corredor de la muerte, convicto por el asesinato de un policía hace más de 30 años en un control rutinario de tránsito.

Los abogados de Carl Buntion habían interpuesto un recurso final ante la Corte Suprema de Estados Unidos, pero fue rechazado. El hombre fue ejecutado por inyección letal y su muerte se certificó a las 18H39 hora local (23H39 GMT), según el departamento de justicia de Texas.

Otro estado de Estados Unidos, Tennessee, también había planeado para el jueves la ejecución de otro recluso de edad avanzada, Oscar Franklin Smith, de 72 años, con inyección letal por asesinar a su exesposa y a sus dos hijos adolescentes en 1989.

Publicidad

Sin embargo, el gobernador de ese Estado, Bill Lee, tuiteó que Smith había accedido a una suspensión temporal debido a “un descuido en la preparación de la inyección letal”.

Buntion era el condenado a muerte de más edad en Texas; el estado conservador del sur de Estados Unidos que ha ejecutado a más prisioneros.

Sus abogados argumentaron que ejecutarlo ahora, después de tantos años de su crimen, constituiría un “castigo cruel e inusual”, algo prohibido por la Constitución de Estados Unidos.

Publicidad

Según los defensores de Buntion, el detenido no planteaba riesgo para nadie y sufría de múltiples enfermedades incluyendo artritis, vértigo, hepatitis, dolor del nervio ciático y cirrosis.

“El señor Buntion es un anciano frágil”, afirmaron sus abogados en una petición a la junta de indultos y libertad condicional de Texas “y no será una amenaza para nadie en prisión si su sentencia es reducida a una pena menor”.

Publicidad

Buntion ha estado en confinamiento solitario por los últimos 20 años restringido en su celda por 23 horas al día.

El reo disparó y mató a un oficial de policía de Houston, el oficial James Irby, en junio de 1990, durante un control rutinario de tránsito.

En ese momento el recluso ya tenía un largo prontuario y estaba en libertad bajo palabra después de una condena por agresión sexual a una menor.

En sus últimas palabras en la penitenciaria del estado de Huntsville, Buntion dijo tener “remordimientos” y pidió que la familia de Irby lo supiera. Agregó que se sentía “listo para irse”.

Publicidad

Buntion recibió su primera sentencia en 1991, la cual fue anulada en 2009 por la más alta Corte del Estado, pero tres años después otro jurado reinstauró la pena de muerte en su contra.

El año pasado la Corte Suprema de Estados Unidos se negó a emitir una suspensión de la ejecución de Buntion. (I)