La reunión pública de expertos que funciona desde hace un año para conocer más detalles del fenómeno OVNI que ahora de objeto volador no identificado (UFO) cambió a fenómeno anormal no identificado (UAP), terminó ayer con una conclusión: se necesita más información.

Se trató de la primera reunión pública de la NASA en que los expertos pidieron un enfoque científico más riguroso para esclarecer el origen de cientos de avistamientos misteriosos.

La agencia espacial anunció el año pasado que estaba analizando observaciones en el cielo que no pueden identificarse como fenómenos aéreos o naturales, un tema que ha fascinado durante mucho tiempo al público pero que ha sido rechazado por la ciencia convencional.

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Un equipo independiente de 16 científicos debe presentar sus conclusiones en un informe a finales de julio.

Equipo de estudio independiente sobre la categorización y evaluación de datos de fenómenos anómalos no identificados.

“Los datos actuales y los informes de testigos no bastan por sí solos para proporcionar pruebas concluyentes”, declaró el astrofísico David Spergel, presidente del estudio, en unas declaraciones retransmitidas en directo.

“Una de las lecciones que hemos extraído es la necesidad de más datos de alta calidad y de datos medidos con instrumentos bien calibrados, observaciones múltiples y la necesidad de una conservación de datos de alta calidad”, añadió.

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Revisión a 800 eventos

A lo largo de 27 años se han recogido más de 800 eventos, de los cuales entre el 2 y el 5% se consideran posiblemente anómalos, explicó la periodista científica Nadia Drake, participante en el estudio.

Estos se definen como “cualquier cosa que no sea fácilmente comprensible por el operador o el sensor” o “algo que está haciendo algo raro”.

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En una presentación, Sean Kirkpatrick, director de la oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios del Pentágono, mostró un nuevo video de dos puntos distantes moviéndose de un lado a otro en una pantalla, grabado por un avión militar P3 en el oeste de Estados Unidos, que se convirtieron en tres puntos.

El P3 fue incapaz de interceptar los puntos, y el piloto informó del suceso. Pero análisis posteriores revelaron que los objetos estaban muy lejos y eran probablemente aviones comerciales en un corredor de vuelo importante.

“Este es el tipo de cosas que pueden burlar y/o proporcionar una percepción errónea tanto a pilotos muy entrenados, como a sensores”, dijo Kirkpatrick. “Cuando no están seguros, lo informan ahora, y eso es lo que se supone que deben hacer”.

Orbe metálico

Un ejemplo de un fenómeno aún inexplicable fue un orbe metálico volador avistado por un dron MQ-9 en un lugar no revelado de Oriente Próximo, añadió Kirkpatrick, reproduciendo un video mostrado por primera vez al Congreso el mes pasado.

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“Este es un ejemplo típico de una cosa que vemos la mayoría de las veces. Los vemos por todo el mundo, y vemos esto haciendo maniobras aparentes muy interesantes”.

Mientras que las sondas y exploradores de la NASA rastrean el sistema solar en busca de fósiles de antiguos microbios, y sus astrónomos buscan señales de civilizaciones inteligentes en planetas lejanos, ésta es la primera vez que la NASA investiga fenómenos inexplicables en los cielos de la Tierra.

La postura de la agencia en el pasado era “desacreditar” tales avistamientos, lo que reforzaba el estigma sobre la búsqueda de vida extraterrestre.

Varios de los científicos del estudio han sido objeto de acoso en Internet como consecuencia de su participación en el panel, reveló Dan Evans, que coordina la investigación.

“Es fundamental comprender que cualquier forma de acoso hacia nuestros panelistas sólo sirve para desvirtuar el proceso científico, que requiere un entorno de respeto y apertura”, añadió.

El trabajo de la NASA, que se basa en material no clasificado, es independiente de una investigación del Pentágono, aunque ambos se coordinan en cuestiones de aplicación de herramientas y métodos científicos.

“Hasta la fecha, en la literatura científica arbitrada, no hay pruebas concluyentes que sugieran un origen extraterrestre para los vehículos aéreos no tripulados”, resumió Drake. (I)