En nuestras sociedades es una costumbre que las personas de la tercera edad se dediquen a llevar una vida calmada, dedicada a estar encerradas en sus casas y es muy poco común verlas disfrutar, salir o viajar. Los que aun se sienten con energía para hacerlo son criticados y señalados por no aceptar su edad, según publica Mejor con Salud.