La administración de Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos (2017-2021) llevó de nuevo al poder al Partido Republicano. Sin embargo, sus polémicas decisiones, incluyendo decir sin pruebas que perdió con fraude e incitar a una turba a ir al Congreso -que luego entró y causó desmanes y la muerte de cinco personas- le están pasando la factura.
En estados como California y Pensilvania miles de personas han cancelado su afiliación al partido, 45.000 entre ambos territorios. Algo que también ha ocurrido en otros estados del país, ocasionando que en total alrededor de 140.000 desafiliaciones.
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Este número es más de doble de lo que ha perdido el Partido Demócrata, ahora en el poder. Aunque medios locales indican que es usual que las afiliaciones bajen luego de las elecciones y al actualizar los datos, pero nunca se había visto una tendencia tan marcada.
La razón principal sería el ataque al Capitolio de los simpatizantes de Trump, algo que no ha sido condenado por la totalidad del partido, e incluso aún hay representantes y senadores que siguen apoyando las ideas y métodos de Trump.
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Pero también están dentro del partido quienes se han opuesto e incluso criticado abiertamente a Trump, así como los que lo han seguido en alguna ocasión por interés de partido, especialmente en la aprobación de leyes.
De acuerdo con una publicación de Reuters, varios miembros del partido que han estado en las administraciones de Ronald Reagan y los Bush (padre e hijo), así como diplomáticos y otros funcionarios están pensando seriamente en romper el partido y crear uno nuevo de centro derecha.
Su objetivo inicial con esta nueva tienda sería presentar candidatos en algunos lugares y en otros apoyar a quienes sean de centro, sin importar el partido. Entre los nombres que podrían tomar se han mencionado están Partido de Centro Derecha y Partido de la Integridad.
Aunque también hay algunos que prefieren crear una facción dentro de los republicanos.
Una encuesta de los medios ABC News y The Washington Post realizada en enero indica que el 69% de los estadounidenses quisieran que el Partido Republicano cambie de dirección, pero entre quienes apoyan al partido hay un 69% que piensa que se debe seguir con la línea de Trump.
Por ello, una parte del partido que es centrista y moderada ya no se siente bien en las filas republicanas. Este alineamiento coincide con la entrada de candidatos más al extremo derecho del partido -impulsados por el propio Trump-. Una prueba de ello es que 139 representantes republicanos y 8 senadores quisieron impedir de la declaración de la victoria de Joe Biden en el Parlamento -en contra de los resultados oficiales-.
También las últimas semanas 10 representantes apoyaron en la Cámara Baja el proceso de juicio político (impeachment) y ahora se espera que en el Senado también hayan republicanos que apoyen su incapacitación política, pero no se piensa que se alcance el número necesario para hacerlo.
Igualmente este enfrentamiento directo contra Trump, que tiene una gran apoyo aún en las bases que antes han apoyado a los republicanos, ocasionaría un enfrentamiento dentro de esta tienda política.
Lo que podría ayudar a esta facción contraria al trumpismo sería que aún están lejos las elecciones legislativas de noviembre de 2022, lo que les daría cierto tiempo para manejar el escenario que resulte de este enfrentamiento. (I)