Estados Unidos “no sabe con certeza” si los objetos no identificados derribados por aviones de combate estadounidenses en los últimos días tenían fin de espionaje, afirmó este lunes la Casa Blanca.

No sabemos con certeza si tenían capacidad de vigilancia, pero no podemos descartarlo”, dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en rueda de prensa.

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De los llamados “objetos voladores no identificados”, Washington dice no saber nada o casi nada: ni su origen, ni su uso, ni su naturaleza. Lo único que parece tener claro es que ninguno presentaba una amenaza militar directa, pero potencialmente ponían en peligro el tráfico aéreo civil, por lo que el presidente Joe Biden ordenó que unos aviones de combate los derribaran.

Cuarto objeto derribado en Estados Unidos tenía “potenciales capacidades de vigilancia”

La Casa Blanca también afirmó este lunes que no hay señales de actividad extraterrestre en relación con estos objetos no identificados. “No hay indicios de extraterrestres (...) con estos derribos recientes, quería asegurarme de que el pueblo estadounidense lo supiera”, declaró a los periodistas la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre.

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Del tamaño de 3 buses, el globo espía de China que sobrevoló Estados Unidos sería una plataforma de vigilancia para ataques nucleares secretos, según expertos

En el país de “E.T.” y “Los expedientes secretos X”, este misterio alimenta todo tipo de especulaciones. El general Glen VanHerck, jefe del Comando de la Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad), dijo que “por ahora no descarta nada” en respuesta a una pregunta de un periodista sobre un posible origen extraterrestre, una frase que se volvió viral.

Durante los últimos días se han derribado tres “objetos” misteriosos: el viernes sobre Alaska (noroeste), el sábado sobre Yukón, en el noroeste de Canadá y el domingo sobre el lago Hurón en el norte de Estados Unidos.

No está claro si están relacionados con un globo chino mucho más grande derribado por un avión de combate sobre el Atlántico días antes.

Estados Unidos y China se acusan mutuamente de espionaje con lo que persiste el misterio sobre los “objetos” voladores. Las relaciones entre las dos superpotencias se han tensado significativamente desde que Estados Unidos derribó el 4 de febrero un globo chino que sobrevolaba su territorio, el cual según Washington intentaba obtener información de instalaciones militares.

El Departamento de Estado estadounidense estimó que con esta acusación China intentaba “limitar” las consecuencias de su propio “programa de globos espía”, desplegado según Washington desde hace varios años sobre 40 países de los cinco continentes. Entre tanto, China reconoció el globo como propio, pero habla de un programa de observación meteorológica y de una violación involuntaria del espacio aéreo estadounidense. (I)