Al menos dos personas murieron y varias más resultaron heridas el domingo después de que un hombre armado abriera fuego en una iglesia mormona en el estado de Michigan, norte de Estados Unidos, donde el edificio también fue incendiado.
El sospechoso, un hombre de 40 años de la vecina localidad de Burton, fue abatido por las fuerzas del orden tras el ataque, informaron autoridades, sin especificar el motivo del atacante.
El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó el tiroteo de “horrendo”.
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“Este parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos de Estados Unidos”, escribió en su plataforma Truth Social. “¡Esta epidemia de violencia en nuestro país debe cesar inmediatamente!”, añadió.
Imágenes del lugar mostraban a socorristas llevando a personas en camillas y una gran columna de humo oscuro salir de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en Grand Blanc, una localidad en las afueras de la ciudad de Flint.
“Mi esposo escuchó a personas gritar”, dijo a la AFP Dobbie Horkey, que vive a menos de 200 metros de la iglesia. “Escuché disparos. Todos regresamos a nuestras casas y esperamos. Luego llegaron las ambulancias (...) y nos dijeron que el atacante había sido neutralizado (...) y ahora, el humo se ha extendido por todas partes”.
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El jefe de la policía local, William Renye, declaró a periodistas que el sospechoso condujo su vehículo por la puerta principal de la iglesia a eso de las 10:25 horas locales y luego comenzó a disparar contra las personas que se encontraban en el interior con un rifle de asalto.
En ese momento, había “cientos de personas dentro de la iglesia” que asistían al servicio religioso, dijo.
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Las autoridades creen que el hombre armado también incendió deliberadamente la iglesia antes de ser abatido por los agentes que acudieron al lugar, dijo Renye.
El funcionario dijo que diez personas resultaron gravemente heridas y dos de ellas murieron debido a sus lesiones.
“Creemos que encontraremos más víctimas una vez que hayamos asegurado el lugar”, añadió el jefe de policía luego de afirmar que el incendio había sido extinguido.
“Acto cobarde y criminal”
El jefe del FBI, Kash Patel, dijo que agentes de la policía federal ya se encuentran en el lugar para apoyar la investigación.
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“La violencia en un lugar de culto es un acto cobarde y criminal. Nuestras oraciones están con las víctimas y sus familias”, declaró Patel, en X.
We are tracking reports of the horrific shooting and fire at an LDS church in Grand Blanc, Michigan. @FBI agents are on the scene to assist local authorities.
— FBI Director Kash Patel (@FBIDirectorKash) September 28, 2025
Violence in a place of worship is a cowardly and criminal act. Our prayers are with the victims and their families…
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, comentó en X que “una violencia de este tipo en un lugar de culto es impactante y aterradora”, e invitó a unirse a sus oraciones “por las víctimas de esta terrible tragedia”.
Estados Unidos ha experimentado un claro aumento de la violencia política en los últimos años, incluido el asesinato del activista de derecha Charlie Kirk el 10 de septiembre, lo que ha exacerbado aún más las tensiones.
Tras el asesinato de Kirk, y sin conocer inmediatamente el móvil, la derecha trumpista acusó rápidamente a la izquierda de ser responsable del clima de violencia política que reina en el país y habló de “terrorismo interno” de izquierda. (I)