Un subcomité del Congreso de Estados Unidos pidió este miércoles al Gobierno que informe de los datos que tiene sobre objetos voladores no identificados (ovni) tras escuchar la declaración de exmiembros del Ejército que aseguran haberlos visto y que también dicen que las autoridades guardan pruebas de ellos.
Menos de dos meses después de presentarse afirmando que el Pentágono está ocultando evidencia de naves extraterrestres del Congreso, el exoficial de inteligencia David Grusch testificó bajo juramento ante un subcomité de Supervisión de la Cámara de Representantes sobre seguridad nacional para ampliar sus afirmaciones.
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Grusch afirmó que las autoridades estadounidenses recuperaron una aeronave no humana y que dentro de ella había restos biológicos no humanos.
Junto con dos expilotos de la Marina que aseguran haber visto ovnis mientras desarrollaban su el trabajo, David Fravor y Ryan Graves, Grush respondió preguntas de los representantes sobre avistamientos de otro mundo y la necesidad de una mayor autoridad del Congreso sobre los programas OVNI del Pentágono.
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Los tres militares retirados aseguraron que las autoridades estadounidenses han detectado sobre el espacio aéreo del país desde hace décadas como una amenaza para la seguridad nacional, independientemente de su origen.
Todos ellos testificaron ante un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos encargado de investigar los llamados “fenómenos anómalos no identificados”, u ovnis.
Ante la abundancia de testigos, en muchos casos pilotos tanto militares como civiles, los integrantes del subcomité demandaron que el Gobierno estadounidense establezca un sistema “transparente y seguro” para que estos incidentes puedan ser reportados ante las autoridades sin dañar la reputación de los testigos.
Restos ‘no humanos’
El testimonio más relevante fue el de David Grusch, un oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que afirmó que las autoridades estadounidenses están en posesión tanto de naves de origen extraterrestre como de los restos de sus ocupantes.
Grusch también señaló que Estados Unidos tiene un programa para estudiar la supuesta tecnología extraterrestre e intentar reproducirla a través de la llamada ingeniería inversa.
“¿Usted cree que nuestro gobierno ha mantenido contactos con inteligencia extraterrestre?”, le preguntó la congresista Nancy Mace.
“Es algo que no puedo discutir en público”, respondió Grusch.
“Bueno, no puedo preguntar cuándo ocurrió esto”, dijo la congresista republicana, y agregó: “Si cree que hemos encontrado restos de naves, como dijo antes, ¿tenemos los cuerpos de los pilotos de estas naves?”.
“Como lo dije públicamente en mi entrevista con News Nation, encontramos restos biológicos cuando recuperamos esas partes”, respondió el exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea.
“¿Eran restos humanos o no humanos biológicos?”, insistió Mace.
“No humanos, y así lo confirmaron personas que trabajaron directamente en el programa y con quienes hablé y que siguen en el programa”, aseguró Grusch.
El exoficial de inteligencia, que en numerosas ocasiones se negó a ofrecer detalles concretos ante las preguntas de los congresistas por ser información reservada, también afirmó que algunas de las personas que trabajan con esa tecnología extraterrestre han resultado heridas en accidentes al intentar manipular los equipos capturados.
Tecnología desconocida
El teniente Ryan Graves, un antiguo piloto de un avión de combate F-18 de la Marina estadounidense, señaló en su declaración inicial que “si los ovnis son drones extranjeros, son un urgente problema para la seguridad nacional”.
Graves añadió que si los ovnis no son de origen humano, “es un tema para la ciencia. En cualquier caso, los objetos no identificados son una preocupación para la seguridad aérea”.
Otro de los testigos, el comandante David Fravor, también un piloto retirado de la Marina, testificó cómo presenció en 2004 un ovni con la forma de un “tic tac”, un popular caramelo norteamericano que aparenta una píldora, con capacidades de vuelo imposibles para la tecnología de los Estados Unidos.
Graves declaró que si los Estados Unidos poseen ese tipo de tecnología, “necesita ser supervisada” por los legisladores, que son los que tienen que decidir que es lo mejor para los intereses de los estadounidenses.
Desde que se hizo pública la existencia de una investigación gubernamental sobre los ovnis en 2017, ha habido un cambio total en la forma en que se trata el asunto en el ejército y en el Congreso. Lo que alguna vez fue una broma ahora es una cuestión de informar seriamente sobre una amenaza a la seguridad nacional, incluso si muchos de los objetos no identificados con los que se topan los pilotos son solo globos.
A medida que las afirmaciones de Grusch atraen más atención sobre los enfrentamientos inusuales, los representantes quieren más responsabilidad del Pentágono. “[Los ovnis], sean lo que sean, pueden representar una seria amenaza para nuestras aeronaves militares y civiles, y eso debe entenderse”, dijo el representante Robert García. “Deberíamos alentar más informes, no menos sobre UAP (“fenómeno aéreo no identificado”). Cuanto más entendamos, más seguros estaremos”. (I)