Las autoridades chinas han instado en las últimas semanas a empresas locales a evitar el uso de procesadores H20 del fabricante estadounidense Nvidia, especialmente en proyectos vinculados a organismos gubernamentales o a la seguridad nacional, informó Bloomberg.
Según la agencia, los avisos se enviaron a diversas compañías y en algunos casos incluían preguntas sobre las razones para elegir los H20 frente a alternativas nacionales, la necesidad de esa elección y si se habían detectado problemas de seguridad en dichos dispositivos.
La recomendación también afectaría a aceleradores de inteligencia artificial (IA) de la firma estadounidense AMD.
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El medio apunta que esta orientación oficial coincide con informaciones recientes en organismos y medios estatales chinos que cuestionan la seguridad y fiabilidad de los H20, un modelo diseñado por Nvidia para el mercado chino con especificaciones inferiores a sus productos más avanzados, en línea con las restricciones impuestas por Washington.
A finales de julio, el regulador chino de internet (CAC) citó a la compañía para que explicara supuestos riesgos de seguridad en este chip y le solicitó presentar pruebas que respalden su afirmación de que no contiene “puertas traseras”, una acusación que la empresa ha negado.
Este lunes, Nvidia volvió a rechazar que sus H20 incorporen funciones de acceso o control remoto, en respuesta a comentarios publicados por una cuenta en redes sociales asociada a la cadena estatal CCTV, que había señalado que expertos consideran técnicamente posible integrar capacidades de rastreo, localización o apagado remoto en este tipo de procesadores.
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Nvidia y AMD han acordado pagar a Estados Unidos el 15 % de sus ventas de chips avanzados de IA a China, según medios estadounidenses como The New York Times. Ahora, la presión de Pekín podría dificultar esas ventas en el mercado chino.
Entre los motivos de la medida, las fuentes citadas por Bloomberg mencionan la intención de las autoridades chinas de reducir la dependencia de tecnología extranjera y reforzar el uso de procesadores fabricados en el país.
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La advertencia de las autoridades chinas se produce en un momento en el que Pekín y Washington, tras las negociaciones mantenidas en Londres y Estocolmo en junio y julio, respectivamente, han acordado prorrogar durante 90 días su tregua arancelaria, alcanzada en Ginebra en mayo.
La cita en Londres se saldó con la aprobación, por parte de Pekín, de solicitudes de exportación de tierras raras, mientras que Washington retiró algunas de las “medidas restrictivas” impuestas a China, entre ellas ciertos controles a la exportación de chips de IA, un sector considerado estratégico tanto por EE.UU. como por China, país que todavía es dependiente de terceros en este renglón. (I)