El video macabro que grabaron los asesinos de Silvano Oblitas Cántaro Tolentino, “solo por ser peruano”, y que circuló de forma viral en redes sociales, dejó en evidencia que la problemática de la xenofobia y la intolerancia ciudadana es uno de los principales retos que las autoridades deben asumir para combatir los índices de violencia en Sudamérica.

El crimen, cometido por venezolanos en Colombia, fue una aparente “venganza” —aunque sin sentido— por el asesinato de un coterráneo de ellos en Perú, donde se agrava cada vez más la acogida migratoria producto de la crisis en el país de Nicolás Maduro.

Luego del indignante desenlace, Infobae recogió las versiones de quienes lo conocían a Silvano y reconstruyó cómo fueron sus últimas horas antes de encontrarse con quienes le quitaron la vida solo por su nacionalidad.

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Silvano, un joven peruano de 19 años, se dedicaba a cargar mercancía en el mercado de la provincia de Huánuco, en su país.

Estando en Perú, Silvano habría conocido a un hombre de nacionalidad colombiana, de nombre Andrés, y a otro hombre venezolano, quienes lo habrían convencido de hacer un negocio en Medellín con el argumento de que él pudiera viajar y retornar con dinero para ayudar a su familia.

Fue así como Silvano logró ahorrar 5.000 soles peruanos, el equivalente a 1.370 dólares, y emprendió el camino hacia tierras antioqueñas el lunes 25 de enero, con la idea de comprar ropa de marca para después llevársela a Huánuco y revenderla a un precio más alto.

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El último rastro de Silvano Oblitas con su familia fue una llamada telefónica con su hermana para que le enviara dinero desde Huánuco hasta Medellín. Foto: Internet

Hasta ese momento todo parecía ir bien e incluso Silvano alcanzó a enviar videos en sus redes sociales, en que se lo notaba muy contento por su llegada a Colombia; no parecía tener problemas de convivencia, ni mucho menos inconvenientes de tipo económico.

El problema comenzó a evidenciarse 16 días después, cuando el joven peruano perdió comunicación con sus seres queridos, luego de que los llamara el miércoles 10 de febrero para pedir un auxilio económico ante una supuesta estafa de la que había sido víctima con comerciantes de Medellín.

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Me dijo: “Janet, por favor, me quedé sin nada acá. Envíame dinero, por favor”. Eran las 8 p. m. Le dije que mañana en la mañanita le depositaba, que me mande la cuenta, que iba a hacer lo posible. Al día siguiente ya no se conectó. Le escribí, le llamé y ya no contestaba el teléfono, relató la hermana de Silvano para diario El Comercio de Perú.

En vista de que no volvió a tener contacto con sus seres queridos en Perú, la familia comenzó a preocuparse y emprendió una búsqueda desde Huánuco para conocer el paradero de Jackiel, como lo llamaban de cariño en su casa.

Janet, su hermana, encontró una pista que permitió avanzar en la investigación sobre el paradero del joven desaparecido. El pasado 14 de febrero la mujer recibió un videoclip de la red social TikTok que le compartieron sus vecinos, en el que aparentemente se observa a Silvano con ropa que usaba en Perú. Janet dijo que inmediatamente reconoció el timbre de voz del joven en ese archivo multimedia.

Lo que acabó con toda ilusión para ella fue notar que en el video apareció su hermano siendo violentado por dos hombres, que lo cuestionaban insistentemente sobre su nacionalidad. En un momento, según se aprecia en la grabación, cuando el muchacho responde que es de “Huánuco, Perú”, uno de ellos lo toma por una pierna y el pecho y lo arroja desde lo alto de un puente.

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Silvano Oblitas Cántaro Tolentino había viajado a Colombia a comprar ropa y habría sido lanzado de un puente. Foto: Internet


Sobre los hombres que están a su alrededor en el video, las autoridades presumen que por su acento serían de nacionalidad venezolana, pero esta hipótesis no ha sido posible de confirmar, pues solo cuentan con ese video de TikTok como pista para encontrar a los autores del crimen.

Al parecer, por los 5.000 soles peruanos, habrían robado a Cántaro Tolentino engañándolo con el argumento del negocio de la ropa para posteriormente deshacerse de él.

Además, la estafa habría comenzado incluso cuando Silvano habló en sus primeras veces con su familia en WhatsApp.

Me dijo: “Hermana, el colombiano que me llevó me dejó en la calle, no hay nada, me dejó sin comida, ahorita no sé adónde ir, no tengo adónde dormir, por favor, envíame dinero”, contó Janet.

La recopilación del caso, así como los rostros de los hombres que habrían convencido a Cántaro Tolentino de viajar a Medellín, quedaron registrados en el siguiente informe publicado por el noticiero peruano ATV Noticias:

Intervención de las autoridades colombianas en el caso

El crimen del joven peruano, lanzado desde un puente en el Cauca, alertó a la Fiscalía General de la Nación. La Dirección Seccional de Fiscalías de Medellín informó la activación de un mecanismo de búsqueda urgente de Silvano Oblitas.

Finalmente, en la tarde del sábado 20 de febrero, el secretario de gobierno del Cauca, Luis Cornelio Angulo, confirmó que en el corregimiento Las Mojarras, del municipio de Mercaderes, se había hallado el cadáver de una persona que tendría las características del joven peruano de 19 años de edad, identificado como Silvano Oblitas Cántaro Tolentino.

“En el fondo de un puente hallan lo que serían los restos óseos que coinciden con las características del joven y se avanza en su identificación. Estamos en el proceso de investigación para dar con los responsables de estos hechos”, informó el brigadier general Pablo Ferney Ruiz, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.

En días previos, la hermana de la víctima habló con los medios de comunicación de Perú. En declaraciones ante la prensa contó que Silvano no había terminado sus estudios de colegio, pues cursaba cuarto año de secundaria en una institución educativa de Huánuco.

Los padres del joven desaparecido, Félix Cántaro Vásquez y Feliciana Tolentino Durán, le pidieron a las autoridades colombianas aclarar lo que pasó con su hijo y castigar a los responsables. “Mi hijo es inocente. Solo quiero recoger su cuerpo, velarlo y despedirme”, dijo Feliciana.

En días posteriores a la desaparición, Janet, hermana de Silvano, le habría solicitado ayuda al Ministerio del Interior de Perú y al canciller peruano Allan Wagner para dar con el paradero de la víctima. Ahora solo esperan poder recibir su cuerpo desde Colombia y darle cristiana sepultura despidiéndolo en su tierra junto con su familia. (I)