“¿Por qué el destino te arrancó de mi lado tan pronto? Eras demasiado bueno para este plano, te merecías mucho más, me dejas el alma vacía y el corazón roto pero lleno de tu amor, el amor incondicional que me diste todo este tiempo”.

Abatida por el dolor está Sandra Karina Mamondi, la madre de Rodrigo Suárez, un argentino que un día antes de volver a su país murió en un río en Berna, Suiza.

Rodrigo tenía 27 años y era dueño de una amplia sonrisa. Feliz, haciendo lo que le gustaba, lo recordarán su tío Víctor y su padrastro Luis Pérez.

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Este argentino, describe A24, era licenciado en Artes Escénicas de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). “Oriundo de San Clemente del Tuyú, en Buenos Aires, Rodrigo era acróbata de circo”, divulga.

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Aventurero y artista

“Decidiste apostar a más.. a otras aventuras... y se entiende”, escribe Víctor al despedirse de su “sobrinito”.

Ese espíritu aventurero, soñador… de artista lo llevó a cruzar el Atlántico. En mayo, indica A24, había viajado a Francia para continuar con sus estudios en la escuela Crac de Lomme, en la ciudad de Limme.

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Desde la entrada de la Ecole de Cirque Ville de Lomme, el pasado 10 de junio posteó: “Hoy estoy acá cumpliendo mi sueño”.

“Mi hijo era un ser absolutamente maravilloso, lleno de amor y solidaridad para todo el mundo”, señala Sandra en un publicación con la que busca apoyo para que el cuerpo de Rodrigo regrese a la Argentina.

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Lamentablemente, dice la cuenta en Instagram @circounsam, “no contaba con un seguro que cubra el costo de la repatriación, es muy difícil y costoso el traslado hacia Argentina”.

El martes 25 de julio tenía pautado su viaje de retorno. Quiso despedirse de Berna y fue de paseo. Según su padrastro, citado en el medio descrito, “Rodrigo quiso hacer una de sus tantas aventuras y cruzar un río, como muchas personas lo hacen, pero no lo pudo cumplir”.

“Ese ma*** río le quitó la vida y a su mamá parte de la suya”, señala Pérez con rabia y dolor.

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“No sé nadar ¿o sí? y “somos seres infinitos”, el post de Rodrigo

Rodrigo en Instagram era acro.consciente. Una cuenta cargada de videos y fotos suyas en lo que le gustaba: la acrobacia. Enseñando y aprendiendo.

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En un post fijado, que data de mayo de 2022, se describe y dice cómo vivía… siempre agradecido.

“Hola!

Me llaman Rodri.

Cuando me preguntan ¿De dónde sos? No sé qué contestar, ¿De dónde soy? ¿Soy de un lugar? Lo que sí sé es de donde vengo, nací en el partido de La Costa, en San Clemente del Tuyú, crecí y viví mis primeros 19 años de vida en Mar de Ajo. No me encanta el mar y no sé nadar o.. sí!

Si tengo que elegir entre el mar o la montaña prefiero estar en las montañas.

Luz y diversión son mi horizonte, el constante aprendizaje y metamorfosis es mi sendero.

En movimiento constante, disfruto mucho de los desafíos, pero no desde un lugar competitivo sino de autosuperación. El límite está en nuestra imaginación.

Somos seres infinitos, y lo estamos recordando, confiemos en ello. (...)

Podemos elegir cómo vivir está vida. ¿Vos cómo elegís vivir tu vida? Yo elijo vivir en gratitud con el presente”.

Desconsolada, Sandra escribió recientemente: “Seguí tu aventura eterna, mi vida. Te me fuiste muy pronto y una parte de mi vida se fue con vos”.

(I)

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