Este lunes se conoció que 818 personas han sido devueltas a Libia en la última semana tras ser interceptadas en el Mediterráneo central cuando pretendían llegar a Europa desde playas libias en barcos precarios pese a que la ONU considera a la nación norteafricana “un país no seguro”.

Asó lo informó hoy la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

De acuerdo con fuentes de la propia Guardia Costera libia, en torno a 650 personas fueron interceptadas en las últimas 72 horas: dos grupos con 334 migrantes y 132 el viernes, mientras que un tercer grupo, de 172 personas, se encontró el sábado.

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Además, el domingo once personas perdieron la vida al naufragar un bote neumático similar frente a la ciudad occidental libia de Zawiya, uno de los principales trampolines del tráfico de personas en el Mediterráneo central, mientras que otras doce pudieron ser sacadas del agua y llevadas a puerto donde recibieron los primeros auxilios antes de ser enviados a una base militar y distribuidos en centros de detención.

De acuerdo con la Guardia Costera libia, la gran mayoría de las personas interceptadas proceden de países del África Subsahariana y todos ellos han sido puestos a disposición del ministerio de Interior y enviado a centros de detención, que según las ONG en la mayoría de los casos están dirigidos por milicias y no cumplen con los requisitos básicos humanitarios.

"La continua pérdida de vidas exige que se cambie la política actual hacia Libia y el Mediterráneo Central", la ruta migratoria más mortífera del mundo, denunció anoche, por su parte, la Organización Internacional de las Migraciones (IOM).

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La organización, vinculada a la ONU, critica que los migrantes sean devueltos a Libia pese a ser considerado un país "no seguro" por la violencia, la guerra, el comercio de personas, los abusos y las detenciones arbitrarias.

Desde que comenzó 2021, alrededor de 150 migrantes han muerto y otros 349 se encuentran desaparecidos en la ruta del Mediterráneo central.

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Durante el mismo periodo, 6.992 personas han sido interceptadas y arrestadas por la Guardia Costera libia, un cuerpo formado en su mayoría por la Unión Europea y que está bajo la sospecha de distintas organizaciones humanitarias internacionales por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando de personas en esta ruta.

Un total de 6.066 eran hombres, 545 mujeres y 335 menores.

La misma organización revela que en 2020 cerca de 12.000 personas fueron devueltas al país norteafricano, 381 se ahogaron y 597 desaparecieron. (I)