La semana pasada, una cadena de supermercados fue tendencia en redes sociales, como Twitter, en Ecuador. Un video subido a la cuenta de TikTok de la compañía generó debate. En el audiovisual se observa a parte del personal de una sucursal bailando. Varios de los colaboradores estaban visiblemente incómodos y esto provocó cuestionamientos.

“El que no baile pase por recursos humanos” y “Utilizando a sus empleados en modo payaso; supongo que estará en las especificaciones de responsabilidades en el contrato” fueron algunos de los comentarios. Sin embargo, hubo personas que apoyaron el contenido y lo calificaron como “original”.

TikTok es la red social que más crece en Ecuador

TikTok es la red social del momento. Empresas, organizaciones, fundaciones están allí para tener presencia de marca, ya que es la plataforma digital que más crece en Ecuador y el mundo. En el país esta red tiene cuatro millones de usuarios, a febrero de 2022, según el informe Estado Digital Ecuador, de Formación Gerencial. A los supermercados se suman empresas, como call centers, consultorios jurídicos o médicos, constructoras, negocios de venta de electrodomésticos, que se están subiendo, junto con sus empleados, a la llamada “ola tiktokera” en el país.

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No es la primera vez que un video de este tipo genera críticas en Ecuador, en especial por la incomodidad que muestran los trabajadores. El uso de la imagen personal, en este caso la de un empleado, está protegido por el derecho constitucional, y no se puede violar la intimidad de una persona, indica Vanessa Velásquez, abogada laboral.

El empleador no puede obligar a grabar (este tipo de videos) y tampoco puede tramitar un visto bueno ni llamar la atención ni sancionar porque no quiero grabar, a menos que yo haya firmado una autorización de uso de mi imagen”, señala.

Cuatro millones de usuarios tiene TikTok en Ecuador. Foto: Archivo

La experta confirma que ella también ha observado la molestia de ciertos trabajadores que participan en estos contenidos: “Ponen a una chica de Lady Gaga que tiene el cabello rubio, casi blanco. Allí podrían estar afectando los derechos constitucionales, porque estás haciendo una apología de mi imagen con otra persona. Hay que blindar el derecho a la intimidad, al uso y explotación de mi imagen, y vincularlo a los derechos de los trabajadores y a las obligaciones consagradas en el Código del Trabajo”.

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En el artículo 45 del Código del Trabajo de Ecuador se establecen las obligaciones del trabajador. En ninguno de los diez literales que existen en este apartado se habla de permitir el uso de la imagen del empleado por parte de la empresa.

TikTok crece a la par que su audiencia; la generación Z es desplazada de la red

Carlos (nombre protegido) trabaja en un call center que también sube regularmente videos con sus empleados en sus cuentas en redes sociales, en especial de TikTok. Cuenta que a ellos no los “obligan” a participar en estos audiovisuales y que siempre piden “voluntarios”.

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Contrataron a un chico externo que graba, coordina con el Departamento de Comunicación Organizacional, con los asistentes de operaciones, y buscan voluntarios. Como la mayoría (de telefonistas) son pelados y está el bum (de TikTok), sí lo hacen. Hasta yo he participado cuando tengo tiempo”, dice. Sin embargo, señala que a ellos la empresa no les ha hecho firmar ningún documento para que se autorice el uso de su imagen.

Alfonsina Rodríguez, coordinadora de la maestría en Gestión de Talento Humano de la Uisek, indica que para la participación de los empleados en procesos promocionales de una empresa estos deben mostrar un compromiso organizacional o engagement, que implica una conexión emocional con la organización en la que se labora.

La participación de los colaboradores debe ser orgánica y natural, porque es su participación parte de su propia marca personal. Además que no todos tenemos las mismas competencias comunicacionales o nos motivan las mismas cosas. Las organizaciones pueden proponer a toda la organización proyectos o espacios lúdicos para que las ideas nazcan de cada uno o de los equipos de trabajo; las propuestas deben nacer de ellos, la creatividad personal o grupal desde un respeto a su marca personal”, dice.

También, asegura la experta, se pueden establecer concursos para tener voceros que de manera voluntaria y alineados con la cultura organizacional propongan estas dinámicas comunicacionales en redes sociales.

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TikTok es la red que más crece a nivel mundial actualmente. Foto: ANDY RAIN

Añade que los contratos del personal deben responder a las necesidades de las organizaciones y a las funciones que desempeñarán las personas dentro de la empresa, y que el consentimiento escrito de la imagen personal o generación de contenidos puede incluirse en aquellos contratos cuyas funciones sean parte de este objetivo.

Sin embargo, yo sugiero no incluirlos dentro de las contrataciones de todo el personal, porque no todos tienen el mismo nivel de satisfacción o compromiso con la empresa, y más bien levantar permisos sobre la generación de contenidos en cada uso; en este caso, se pueden implementar algunos incentivos no salariales o salariales para las personas”, indica.

Coincide con Velásquez y asegura que, si un colaborador no quiere participar en estas campañas, tiene todo el derecho de decirlo, ya que no todas las personas se sienten cómodas hablando en cámaras, bailando o simplemente no quieren ser identificados como parte de la empresa. Recomienda seleccionar personas que deseen ser parte de la comunicación externa organizacional de la empresa, incluso para no transmitir un mensaje no verbal errado.

Desde el punto de vista del marketing, aplicar una estrategia en redes sociales que conlleve la utilización de empleados es positiva si el contenido es “orgánico” y no se evidencia que los trabajadores fueron obligados a participar en estos videos, afirma el portal especializado Puro Marketing.

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Además, lo que actualmente están usando empresas de renombre a nivel mundial es la potencialización de los perfiles personales de sus trabajadores en TikTok y pedirles a ellos que hablen cómo es trabajar en la compañía desde una experiencia individual, para que los usuarios sientan que el contenido no es “pagado”. “Las empresas ahora buscan que sus trabajadores sean sus influencers, ya que sus videos generan más impacto que el que producen las propias marcas”, indica el portal. (I)