Ciudadanos interceptaron en el centro histórico de Cuenca un vehículo de una supuesta banda delictiva.

La situación ocurrió en la calle Benigno Malo, junto a la catedral La Inmaculada, en el centro.

Publicidad

Los ciudadanos viraron el automotor y prendieron fuego cerca del carro. Los bomberos acudieron al sector para controlar la situación.

Según testigos, los ocupantes del carro habrían intentado cometer un delito contra un adulto mayor. Unos hablan de que se trató de un intento de secuestro, otros de robo, que habían drogado al adulto mayor con la pretensión de robarle.

Publicidad

De allí que, al ver la situación, varias personas intervinieron para evitar que se cometa el delito. En medio del suceso, la gente decidió mover el carro hasta que terminaron virándolo.

El conductor del auto fue detenido para investigaciones. Se conoce que dos mujeres lograron huir del lugar.

Dentro del carro se habrían encontrado maletas y jeringas con sangre.

El ciudadano de la tercera edad, que aparentemente era la víctima, fue asistido por paramédicos de los bomberos.

La alerta entró al sistema del ECU911 cerca de las 13:00, pero con el dato de que una persona estaba aparentemente bajo los efectos de escopolamina en la zona del parque Calderón.

Una mujer que trabaja frente al parque contó que mientras ella estaba botando unos cartones viejos en el basurero observó que un hombre y una mujer subían a la víctima dentro del automotor, pero hasta ahí no había nada inusual.

Pero de pronto apareció otra mujer que conocía al adulto, pero que también les escuchó decir: “ya está hecha la vuelta”. Ante eso se alertó y llamó a los Policías para que los detengan.

Por su parte, Cristian Criollo, nieto la víctima, contó que su familiar está estable, pero se lo escuchó indignado, por lo que el siguiente paso que hizo fue poner la denuncia para que los responsables reciban su sanción.

Según reveló hay más videos en donde queda constancia de cómo ejecutaron su fechoría. Por suerte, acotó, el caso no pasó a mayores porque caso contrario, “hasta podían secuestrarlo”, concluyó. (I)