La mañana de este lunes, el ministro de Salud de Ecuador, Camilo Salinas, confirmó la detección del primer caso de COVID-19 que tiene la variante brasileña de Manaos P.1. en nuestro país.

El caso fue detectado en la provincia de Zamora Chinchipe y el paciente fue trasladado hasta el hospital de Loja, donde se encuentra en terapia intensiva. Salinas indicó que están investigando el recorrido y dónde ha sido el ingreso para establecer los cercos epidemiológicos. Además señaló que se identificaron cuatro casos con la variante inglesa B.1.1.7.

En diciembre pasado se reportó la aparición de la variante P.1 o B.1.1.28.1 (conocida como brasileña), la cual ha sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las tres variantes de preocupación debido a su aumento en la transmisión así como de virulencia y disminución de eficacia de vacunas o tratamientos. Las otras que también ingresan a esta categoría son B.1.1.7 y la B.1.351.

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Entre las tres comparten la mutación N501Y, que las harían más transmisibles; además, la de Sudáfrica y la de Brasil tienen la mutación E484K, que tendría la capacidad de reducir la inmunidad natural de la infección o por vacunas.

Hasta el 24 de marzo, la OMS indicó que la variante de Manaos estaba presente en 41 países del mundo, de los cuales 15 eran de América y reportaban casos.

En días pasados, en entrevista con Diario EL UNIVERSO, investigadores que llevan adelante la vigilancia genómica del virus mostraron su preocupación ante un posible ingreso de esta variante así como por el aumento de casos que se está dando en el país.

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El investigador del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) Paúl Cárdenas señaló que la variante brasileña tiene mutaciones a las que —piensan— el sistema inmune no puede responder tan eficazmente, lo que propiciaría las reinfecciones.

“Por eso nos da miedo a los investigadores, (...) en primer lugar por el costo epidemiológico de que mucha gente se reinfecte, y también tomando en cuenta que la eficacia de las vacunas en los estudios preliminares baja frente a la protección con esta variante”, dijo.

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Las farmacéuticas Pfizer y Moderna han señalado que sus vacunas al parecer mantienen la eficacia contra esta variante. En el caso de la de Sinovac, un estudio realizado en Manaos estableció que tiene un 50% de eficacia tras la primera dosis; aún no se ha establecido el porcentaje con las dosis completa.

Hasta el momento, la variante que sería más peligrosa es la de Sudáfrica (B.1.351). (I)