Un plan de contingencia y la verificación de la infraestructura de las unidades educativas en las zonas inundadas, para continuar con el inicio del año lectivo 2023-2024, es lo que implementa el Distrito de Educación de Esmeraldas.
Con el desbordamiento de los ríos Blanco y Esmeraldas, algunos establecimientos escolares se vieron afectados por el ingreso del caudal de agua, el pasado lunes de esta semana.
Publicidad
Uno de estos establecimientos inundados es Leonidas Gruezo, ubicado en la isla Luis Vargas Torres, por el desbordamiento del río Esmeraldas.
Los padres de familia y docentes esperaban a que bajara el agua acumulada para verificar las condiciones para continuar con las matrículas.
Publicidad
Sandra Oviedo, madre de familia, explicó que en años lectivos anteriores hicieron el mantenimiento y cuidado del plantel. Mediante autogestión y un aporte económico realizan mingas en el plantel, dijo Franco Valle, otro padre de familia.
La directora distrital de Educación, Tania Obando, detalló que algunos planteles serán intervenidos y se levanta la información necesaria para su envío a la Zona 1 del Ministerio de Educación.
La funcionaria ofreció entregar a este Diario la información de los establecimientos con inconvenientes por el invierno y los que ingresan al proceso de mejoramiento, así como el pedido de mobiliarios y pupitres.
Padres y docentes de la escuela general básica Francisco Mejía, del barrio Santas Vainas, esperan la intervención del Ministerio de Educación.
Este plantel está en una zona vulnerable a la inseguridad. Los huecos en paredes de bloque de cemento son utilizados por alumnos como escalera para salir en horas de clases.
En otros establecimientos se subieron paredes para evitar que los delincuentes ingresen a robar, como ha sucedido en la escuela general básica Juan Montalvo y en la unidad educativa 5 de Agosto.
También, en un local educativo de Muisne, sur de la provincia, dos sujetos robaron cinco paredes de tipo metálico; las llevaban en una tricimoto de pasajeros, la semana anterior.
Los delincuentes rompieron una pared y, luego de apoderarse de las estructuras, las llevaban a vender como chatarra.
Los sospechosos fueron detenidos por la Policía y el material robado fue recuperado. Algo similar sucedió con dos establecimientos en Muisne y en Tonsupa (Atacames), donde desaparecieron estructuras de nuevos planteles y que no fueron entregados por los contratistas al Ministerio de Educación.
En el cantón Esmeraldas hay 145 establecimientos educativos, y unos 67.000 estudiantes recibieron clases en ellos durante el año lectivo anterior.
Proyecto Escuelas Seguras
La situación económica e inseguridad dificultan el registro de matrículas, principalmente en los planteles de la ribera del río Esmeraldas, La Guacharaca, La Primavera, 50 Casas, El Embudo, entre otros, dijo una madre de familia.
El proyecto Escuelas Seguras se implementará en algunos planteles para garantizar la seguridad de los alumnos en horas de clases, anunció Javier Buitrón, jefe policial de Operaciones, días antes de su traslado a otra provincia.
Con relación a las infraestructuras abandonadas luego de haber sido fusionadas a las escuelas del milenio, Obando espera el informe de Inmobiliar para darles el uso respectivo o presentarlas en comodato.
En Quinindé, centro de la provincia, también se revisan los planteles que se inundaron por el desbordamiento del río Blanco. Pero en los demás las matrículas se inician desde el lunes 24, detalló Dalia Portocarrero, directora distrital de ese cantón.
Mientras que Rocío Bonilla, rectora de un plantel de Muisne, dijo que junto con los padres de familia y docentes se efectuó el mantenimiento y adecuaciones para recibir unos 800 alumnos en las tres jornadas.
En la unidad educativa Vicente Rocafuerte, también de Muisne, falta mejorar la cancha de uso múltiple, dijo Estuardo Quiñónez, rector. (I)