Ambato

Saúl Medina Garcés fue posesinado como nuevo gobernador de Tungurahua, en reemplazo de Fernando Gavilanes, quien la semana anterior presentó la renuncia al cargo.

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En su salida, Gavilanes dijo daba un paso al costado para que el presidente de la República, Guillermo Lasso, pueda “refrescar” los espacios que considere.

Esta tarde, en un discurso que duró alrededor de quince minutos, en el hall de la gobernación, Medina hizo referencia a la importancia de la unidad para hacerle frente a los diferentes temas que requieren la atención de la provincia de Tungurahua.

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Este espacio estuvo copado de familiares, amigos del funcionario, varios exgobernadores de diferentes tiendas políticas y excompañeros del colegio Juan León La Salle.

Medina refirió que la designación dada por el presidente de la República la toma con humildad, que será la “fuerza” de la Constitución la que le impulse, ampare y proteja en el cumplimiento de las obligaciones para resguardar los derechos del pueblo.

En varios ocasiones en su discurso hizo alusión a Dios, al decir que la gobernación para poder proyectarse y ejecutarse con altura, además de la fuerza de la Constitución, necesita de la asistencia divina.

Aseveró que el propósito central de la gobernación será servir para apoyar a corto, mediano y largo plazo al desarrollo de la provincia, de las familias y en general de cada ciudadano. Con ello, refirió que buscará estar presto al servicio de los demás, siendo coherentes “con lo que se piensa, se dice y se hace”.

Medina comentó que en forma participativa se debe encontrar soluciones e implementar un plan de acción, y que para ello se requiere del apoyo de todos los que conforman la provincia de Tungurahua,

Aseguró que para eso la gobernación se convertirá en un punto seguro de encuentro de interacciones sociales y de intercambio de conocimientos entre funcionarios, equipos de profesionales multidisciplinarios y la ciudadanía para escuchar apremios, intereses e inquietudes.(I)