¡Salgan, salgan de allá abajo... Cuidado abajo, salgan a las lomas!... Mira, madre santísima... Salgan a las lomas, salgan de allá abajo... Pobres animalitos, ay los ganaditos... ¡Salgan, salgan, se está viniendo aquí!... Eran los gritos desesperados de un grupo de personas que permanecían en una loma desde donde veían cómo una avalancha bajaba desde la montaña y arrasaba lo que hallaba a su paso en el sector La Armenia del cantón Chunchi, en Chimborazo.