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QUITO. Los trabajos que se ejecutan son eliminación de daños ocasionados por factores atmosféricos y biológicos. Foto: Cortesía

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El Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP) desarrolla el plan integral de conservación de fachadas, atrios y otros elementos de piedra de edificaciones religiosas, en cumplimiento de su misión de proteger el patrimonio material e inmaterial en Quito.

En la primera fase, que comenzó en octubre de 2023 y se extenderá hasta mediados de 2024, se interviene en diez espacios que presentan niveles altos de deterioro, con la finalidad de estabilizar sus materiales constructivos y preservar sus valores de autenticidad, detalla el Municipio.

San Agustín, el arco de la Reina, la capilla San Juan de Dios, el Carmen Alto, Santa Clara, la Catedral Metropolitana, San Francisco, La Compañía, Santo Domingo y La Merced forman parte de estas obras, que cuentan con una inversión que bordea los $ 300.000.

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Los trabajos que se ejecutan son eliminación de daños ocasionados por factores atmosféricos y biológicos, como humedad por lluvia, incidencia solar, excrementos de palomas que provocan manchas ácidas y forman una capa sobre la piedra.

Además, se precautela la integridad física de los elementos relacionados, como puertas, ventanas y rejas, con la aplicación de tratamientos técnicos y mantenimiento preventivo a aquellas fachadas que presentan deterioros menores, debido a que fueron ya intervenidas anteriormente.

Las obras en el arco de la Reina, Santa Clara, la capilla San Juan de Dios y San Agustín concluyen esta semana; a la par, arrancan en la Catedral Metropolitana. Posteriormente, se extenderán a las otras edificaciones. (I)

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