La hija de Alexa P. fue víctima de femicidio en 2017 en Esmeraldas. La mujer, de 26 años, recibió trece puñaladas y fue encontrada tres días después de haber desaparecido. Dos niños, de 7 y 9 años, quedaron en la orfandad.
El esposo, el presunto culpable, escapó. Fue hallado en Colombia este 2024, pero no ha sido extraditado aún.
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Alexa P. recibe un bono por orfandad y, aunque no tiene un trabajo estable —vende productos naturales en la calle—, señaló que seguirá adelante por sus nietos.
El asesino de la hija de Elizabeth B. fue condenado a más de 34 años de cárcel con 6 meses tras el femicidio de Evelyn B., que ocurrió en 2019. El culpable fue su expareja, a quien ya le había puesto una denuncia por violencia de género.
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Sucedió en Flor de Bastión, en Guayaquil. Tuvieron que cambiarse de provincia para poder sobrellevar la tragedia. “Nos trastoca todo, nos cambia la vida. Nos arrebatan no solamente a una madre, a una amiga, a una hija, sino que quedan los niños en orfandad y nadie ve por eso”, indicó con lágrimas en los ojos.
Fueron testimonios dados a conocer en el marco de la presentación de una investigación sobre casos de femicidios elaborada por Unicef y la fundación Aldea, una organización que trabaja por los derechos e interculturalidad, que se refiere a cómo ese delito impacta en los niños y adolescentes.
En Ecuador, desde que se tipificó el delito en 2014, han ocurrido 1.920 femicidios que han dejado a 1.817 menores de edad en la orfandad, según datos de la sociedad civil.
La investigación de ambas instituciones reveló que 7 de cada 10 familias mencionaron que las medidas de reparación integral son insuficientes, 51 % de hogares reciben el denominado bono de orfandad, 6 de cada 10 familias que acogieron a niños no han recibido acompañamiento o asesoría.
Además, casi la mitad de las familias tuvo problemas para pagar los alimentos en las últimas semanas, la mayoría cambió de casa, uno de cada diez fue separado de sus hermanos y más de la mitad no recibe atención en salud mental.
El estudio recopiló información sobre 151 menores de edad, incluyendo 130 hijos y 21 hermanos de familias de femicidios ocurridos entre 2014 y 2024 a 76 familias en 15 provincias de la Costa, Sierra y Amazonía. Se utilizaron entrevistas y grupos focales con familiares de víctimas, funcionarios y activistas.
Para Geraldina Guerra, de la fundación Aldea, se debe implementar una ley de reparación con recursos económicos suficientes, pues hay desprotección para los niños.
Juan Quiñónez, representante a cargo de Unicef en Ecuador, expresó que los niños no solo enfrentan la pérdida de quien los cuidaba, sino una posible ausencia de su pareja, padre o padrastro, cuando es el femicida.
Entre las recomendaciones para evitar que la violencia de género siga ocurriendo están las de fortalecer acciones comunitarias que promuevan relaciones saludables e igualdad de género.
También, mejorar el sistema de seguimiento y monitoreo de las víctimas incluyendo a niños sobrevivientes de femicidios, a niñas y adolescentes que mueren por esa causa.
Además acciones para ofrecer reparación integral a las víctimas y sus familias con apoyo psicosocial, educativo, económico y acceso a la justicia. (I)