“Recordamos a los usuarios que cuando los pasajeros se arriman, obstruyen o impiden la apertura o cierre normal de las puertas, esto puede causar daños temporales”.

Con este anuncio, la entidad municipal buscó justificar el caos, las aglomeraciones y el desorden que se vivieron los días 6, 7, 9 y 19 de mayo en el sistema del Metro.

Sí, en apenas cuatro ocasiones y en un mismo mes, el Metro de Quito registró fallos en su sistema de puertas que obligaron a interrumpir el servicio en estaciones como La Magdalena, San Francisco, Carolina, Morán Valverde e Iñaquito.

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Los comentarios ciudadanos no tardaron en inundar las redes sociales. “¿Quién fiscaliza este tipo de anomalías?” u “Otra vez se dañó el Metro de Quito, nadie da explicaciones. Paradas llenas de gente y las obligan a salir”, fueron parte del clamor de una ciudad que sufrió retrasos para llegar a sus destinos.

¿Dónde está la falla?

Diego Mosquera, coordinador de Mantenimiento del Metro de Quito, contextualizó los incidentes. En medio de una entrevista, aseguró que el uso indebido del servicio por parte de los pasajeros provoca, en algunos casos, la paralización total del sistema de transporte.

“Manipulan las puertas, las jalan, las bloquean al cerrarse. Esto usualmente no genera mayores consecuencias, pero por la gravedad de ciertos casos se produjo un daño en el mecanismo de las puertas”, explicó el funcionario.

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Según Mosquera, normalmente las reparaciones se realizan en cuestión de minutos y en el mismo lugar donde ocurre la emergencia.

Sin embargo, cuando hay personas que intentan ingresar en los trenes con el aforo completo o que dejan parte de su equipaje fuera del vagón, las unidades se bloquean y deben ser llevadas a los talleres del fabricante para su revisión.

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“Cuando una unidad no cumple con las condiciones de seguridad debe ser retirada. En esos casos se generan evacuaciones, y eso es lo que se ha visto en los videos y reportes de los usuarios”, indicó el técnico.

El impacto de estos incidentes fue creciendo en el tiempo. Al principio, la afectación era de quince minutos, luego se extendió a 20 o 30 minutos, y en casos más severos, el tiempo de espera alcanzó hasta una hora.

“Para reducir este tipo de fallos hemos puesto en marcha una nueva campaña de mantenimiento, adicional a la que ya realizamos normalmente. Hemos reforzado la verificación, limpieza, engrase y comprobación de contactos para asegurarnos de que las puertas funcionen correctamente”, explicó Mosquera.

Tren esperando por el abordaje de pasajeros. Foto: Alejandro Ortiz

La avanzada tecnología de los trenes impide que las unidades se desplacen si detectan algún bloqueo. “Debe haber tracción, los frenos deben funcionar y todas las puertas tienen que estar completamente cerradas con una tolerancia de un milímetro. Es decir, si alguien deja un dedo en medio, el sistema lo detecta como una obstrucción”, expuso.

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Cada unidad dispone de 20 segundos para el embarque y desembarque de pasajeros. Luego, el operador realiza hasta tres intentos para cerrar las puertas; si no lo consigue, una alarma se emite al centro de control para detener los trenes que circulan detrás.

El manual técnico estipula que cada tren debe pasar por una revisión cada 45 días o al alcanzar los 120.000 km, 150.000 km y 180.000 km recorridos. Sin embargo, todos los días el personal técnico ejecuta controles constantes para garantizar que los trenes estén listos para transportar a miles de quiteños.

“Contamos con una flota de 18 trenes, de los cuales uno, el UTE16, se encuentra fuera de operación debido a un incidente ocurrido antes del inicio del servicio comercial. Es la única unidad que aún no está operativa”, aclaró Mosquera.

Se espera que esta unidad entre en funcionamiento a finales de junio. Mientras tanto, la empresa municipal ya ha puesto en marcha y planifica nuevas acciones para evitar que estos problemas se repitan.

Una de las medidas es la implementación de la denominada ‘hora punta’, que permitirá que las puertas del metro se abran de forma automática únicamente en los horarios de mayor demanda. En el resto del día, el usuario deberá solicitar la apertura presionando el botón amarillo ubicado en cada puerta.

“Con esto buscamos reducir el ciclo de uso de las puertas y, por lo tanto, minimizar la posibilidad de fallos. Esta modalidad entrará en vigencia a partir del 1 de junio”, precisó el coordinador.

Los horarios establecidos para la apertura automática serán de 06:00 a 09:00 y de 17:00 a 20:00.

Desde el 1 de junio, los usuarios deberán aplastar el botón amarillo, situado a la derecha, para avisar que se bajarán en la parada. Foto: Alejandro Ortiz

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Como parte de la solución también se está impulsando el plan Cultura Metro, una iniciativa pedagógica que busca concienciar a los pasajeros sobre el uso correcto del sistema: no correr en las estaciones, dejar salir antes de ingresar, no apoyarse en las puertas, utilizar correctamente el botón amarillo, no consumir alimentos ni bebidas dentro de los vagones y respetar la línea amarilla de seguridad en los andenes.

Mujeres con chalecos grises y sonrisas contagiosas abordan trenes de forma aleatoria y, mediante juegos y dinámicas, enseñan a los usuarios a utilizar correctamente el servicio.

Jael Acosta, una de las guías educativas del Metro de Quito, compartió parte de su experiencia: “Invitamos a los usuarios a vivir la Cultura Metro, evitando recostarse sobre las puertas de los trenes. Todo es por nuestra seguridad y para evitar evacuaciones innecesarias”.

Durante un recorrido desde la estación Carolina hasta El Labrador, Michelle Jiménez explicó que también buscan prevenir infracciones que pueden resultar costosas para los usuarios.

“Nos encargamos de promover la Cultura Metro a través de las normas que deben cumplirse dentro de los trenes. De esta forma, evitamos sanciones del 25 % del salario básico unificado. En casos más graves, como obstruir la salida de los pasajeros, la multa alcanza el 100 % del salario”, puntualizó.

Mujeres con chalecos plomos abordan las estaciones enseñando las normas y reglas del servicio. Foto: Cortes

Quienes demuestran haber aprendido las reglas son premiados con panfletos ilustrativos, conocidos como libros culturales, que son entregados por estación y se pueden coleccionar.

Cifras del sistema

  • El 21 de marzo se registró el mayor número de usuarios en un solo día: 201.475 pasajeros.
  • El 4 de marzo, en cambio, fue el día con menor afluencia: 80.411 personas.
  • En abril se movilizaron 5.249.051 usuarios.
  • En mayo, el sistema alcanzó un nuevo récord diario, transportando a 226.055 pasajeros. (I)