Una denuncia comunitaria alertó sobre el uso indiscriminado de agua potable en varios sectores del sur de Quito. Por ello, el Municipio realizó una intervención en lavadoras situadas en Chiriyacu y La Gatazo para verificar la legalidad de dichas conexiones.
Al llegar, personal de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) constató una conexión clandestina, conocida como bypass, que abastecía a diferentes domicilios en Chiriyacu. Personal policial colaboró en el operativo.
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Además, en La Gatazo, un medidor alteraba el registro de consumo y, a pesar de que las personas del vecindario ocupaban el agua potable de forma indiscriminada, el valor a pagar siempre era bajo, según las autoridades municipales.
Esto, para la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Epmaps, es una práctica ilegal que limita el caudal para los barrios periféricos, además de causar daños a las tuberías y provocar pérdidas económicas que impiden continuar con las obras establecidas.
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El Municipio recordó que las sanciones ascienden desde $ 2.530 hasta $ 4.230, que equivalen de cinco a nueve sueldos básicos unificados, por construir ductos ilegales o interfases clandestinas de agua potable para abastecerse del líquido vital.
Entre enero y septiembre de este año se han registrado 834 conexiones ilegales en diferentes barrios de la capital, mientras que en 2024 fueron identificados 1.787 casos como robo de agua potable. (I)