Manta, MANABÍ
Cabizbajos y algunos sin palabras se retiraron unos 1.500 estudiantes de la Universidad Laica Eloy Alfaro, de Manabí, al término del partido entre Ecuador y Senegal.
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Luego del grito “¡Sí se puede!” y los abrazos, por el empate momentáneo de los ecuatorianos, llegó la desazón tras el segundo gol de la escuadra africana, que obtuvo el pase a los octavos de final de la Copa del Mundo.
En la universidad se habilitó, como en el partido ante Países Bajos, una pantalla gigante para que centenares de estudiantes, y hasta obreros a cargo de una obra, observaran el cotejo en el que los ecuatorianos buscaron su pase a la siguiente fase del evento futbolístico.
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El orden primó en la única grada del estadio que estuvo repleta. “Vamos, ecuatorianos, que esta tarde tenemos que ganar...”, fue otro de los cánticos, que se repitió casi constantemente entre los aficionados.
Tras el partido, algunos estudiantes no solo se mantenían desolados por el resultado, sino también porque ya no había excusas para la jornada educativa de la tarde en la Uleam.
“Si ganábamos, nos íbamos de festejo”, relataba una joven en medio de ese caminar lento que tuvieron los estudiantes desde el estadio hasta las puertas de salida de esta universidad asentada en Manta. (I)