Maricela, Adriana y Consuelo son tres mujeres que no fueron madres de vientre. El amor maternal nació en ellas por una decisión de responsabilidad, entrega y mucho afecto. Son tres madres de corazón que entregaron parte de su amor a través de la adopción, el cuidado de sus sobrinos como si fueran hijos propios y la crianza de mascotas como si se tratasen de un niño.