Cuenca

En la parroquia rural El Valle, ubicada en el suroriente de la ciudad, la gente está unida contra la inseguridad y eso es notorio. Ante lo que ellos consideran una falta de atención de las autoridades, los habitantes se organizaron para reparar un patrullero que estaba botado desde hace 20 días.

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Para obtener los fondos y pagar los repuestos organizaron un bingo bailable.

El presidente del Gobierno parroquial, Fabián Carrión, contó que esta iniciativa civil tiene un origen claro: la falta de atención de las autoridades nacionales en temas de seguridad, pues a pesar de las mesas de trabajo, plantones y encuentros, “el problema en lugar de resolverse se ahonda cada día más (…) y no hay respuestas”.

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Cerca de las 23:00 del pasado jueves, antisociales entraron a una casa, pero huyeron para refugiarse en el cementerio local. Él llamó a la Policía Nacional y no hubo respuesta.

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Ayer, martes 15 de agosto, hubo una nueva alerta de delincuencia en una comunidad y cuando se comunicó con los gendarmes, le confirmaron que el patrullero estaba abandonado desde hace tres semanas.

Efectivamente, al llegar a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) se encontró con un auto inútil, contó Fabián Carrión.

Y si bien como autoridad tienen claro que el mantenimiento de estos autos no es de su competencia, tomó las riendas del asunto y habló con algunos líderes barriales para que apoyen la iniciativa de juntarse y reparar el vehículo.

Reconoció que eso le ha traído críticas de unos sectores, pero la mayoría apoya. Así, con una llamada logró que alguien donara el traslado desde la UPC hasta la mecánica particular en una plataforma y que también le den crédito para la reparación.

El encargado de este trabajo es Mauricio Vélez, propietario de Vélez Autos, ubicado en el kilómetro 2,5 de la vía Monay-Baguanchi.

El técnico explicó que tras analizar el patrullero notó que estaba “bastante deteriorado” y a primera vista presentaba estos problemas: neumáticos desgastados y bajos, batería desgastada, el kit del embrague ya no funcionaba, las bandas de distribución y la bomba de gasolina tampoco valían y había que cambiar urgente el aceite del motor.

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Por su experiencia estima que estos automotores deben ser reparados cada cuatro meses, pero por como lo recibió, cree firmemente que hace un año está sin recibir un mantenimiento oportuno.

Su aporte en este caso será no cobrar la mano de obra de los tres colaboradores que se dedicarán exclusivamente a esto para sacar el carro la próxima semana y aprovechará el crédito que le dan en los negocios de repuestos para que el GAD le pague después.

Él extendió su mano porque sabe que será un beneficio para todos.

Para solventar un costo que Carrión espera supere los $ 400 o $ 500 se organizó un bingo de solidaridad que se realizará el próximo viernes 25 de agosto en el salón parroquial de El Valle.

Ya le han llamado algunos vecinos y conocidos para donar premios, música y todo lo que se requiere para esta causa comunitaria. Todo lo recaudado irá para este fin.

Sobre los patrulleros en Azuay, el comandante de Policía en Azuay, Nelson Arroba, dijo que en Cuenca (una ciudad de 700.000 habitantes) existen 39 patrulleros destinados a cada circuito, pero no todos funcionan porque están en mantenimiento o chocados.

Para evitar responder a la prensa sobre cuántos están disponibles, dijo: “No tengo el dato este momento” y que hay unidades que ya tienen “bastantes años y eso es lo normal que pasa en la Policía en todo lado”.

Sobre el tema también se pronunció el alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, quien el 8 de agosto pasado, tras el asalto a un auto blindado afuera de un banco, exigió más patrullaje a la Policía porque a su criterio no sabe dónde están estos vehículos.

“Vayan y vean el cementerio de carros y exijan que las calles sean patrulladas pr la Policía”, remarcó el personero.

Sobre esto, el comandante de Policía prefirió no entrar en polémica argumentando, de nuevo, que cuando los patrulleros no funcionan usan las motos. (I)