El grito de “¡Queremos justicia para nuestros niños!” se escuchó en medio del cortejo fúnebre que recorrió casi 8 kilómetros desde la casa comunal de Las Malvinas hasta el cementerio Ángel María Canals, en el suburbio de Guayaquil.
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Los gritos de desesperación de las madres se escucharon poco antes de que llegara el cortejo al cementerio.
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El grito de “¡Queremos justicia para nuestros niños!” se escuchó en medio del cortejo fúnebre que recorrió casi 8 kilómetros desde la casa comunal de Las Malvinas hasta el cementerio Ángel María Canals, en el suburbio de Guayaquil.
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