Tulcán

Un operativo policial desarrollado la madrugada de este lunes 29 de noviembre, en Tulcán, frente a Colombia, logró la desarticulación de una presunta banda integrada por 16 ciudadanos nacionales y extranjeros, que se dedicaba supuestamente al tráfico de personas.

Efectivos policiales con acompañamiento de la Fiscalía de Carchi efectuaron varios allanamientos para aprehender a los integrantes de esta red que es investigada desde hace tres meses.

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Las primeras informaciones señalan que los investigados utilizaban caminos de segundo y tercer orden, trochas, picas y el río Carchi para movilizar a migrantes procedentes de Haití y países de África y Asia desde territorio ecuatoriano a Colombia, a cambio del pago de dinero.

Se presume que esta organización realizaba estas actividades al margen de la ley con grupos delincuenciales de Colombia, que utilizaban la fachada de la grupos irregulares colombianos para generar miedo y terror en la franja fronteriza del vecino país, frente a la capital carchense.

En las poblaciones fronterizas colombianas de Santa Fe, Carchi y Carlosama, entre otras, eran receptados los inmigrantes que vienen desde Brasil y Perú, para luego transportarlos a Ipiales y desde allí hasta el municipio de Necoclí, en el Uraba Atioqueño, lugar utilizado para dirigirlos hacia los Estados Unidos.

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Richard Karolis, comandante de la Subzona de Policía Carchi, dijo que el trabajo de la Interpol, Policía Judicial y Policía de Investigación desarrollado durante tres meses deja como resultado la detención de nueve ecuatorianos y siete venezolanos.

Durante el operativo fueron allanados 15 domicilios e inmovilizados 15 celulares, tarjetas de crédito, documentos de identificación y dinero en efectivo, que utilizaban para delinquir en la frontera colombo-ecuatoriana.

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Fuentes policiales colombianas informaron semanas atrás que esta agrupación delictiva internacional opera en los exteriores de las terminales terrestres de Ipiales y Tulcán, donde receptan y entregan a los extranjeros. La célula delincuencial cobraba entre $ 100 y $ 200 por cada migrante.

A diario se estima que arriban más de 100 extranjeros que reciben a cambio alojamiento, alimentación y un chip telefónico.

En vehículos y furgonetas de placas particulares son trasportados entre los dos países, muchos habrían sido abandonados en los pasos fronterizos o incluso asaltados, de acuerdo a un investigador policial local.

Karolys informó que los aprehendidos serían parte de la organización criminal más grande de Venezuela conocida como Tren de Aragua, que trasgrede en las fronteras de Colombia, Perú y Chile, donde han dejado varias víctimas mortales producto de sus acciones. (I)

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