En Quito, 6.800 toneladas de basura se encuentran represadas, debido a incidentes en el relleno sanitario de El Inga

Las manifestaciones de moradores de las comunidades aledañas al relleno sanitario El Inga, en el nororiente de Quito, causaron la acumulación de basura en las estaciones de transferencia que reciben la basura de los recolectores. Desde el domingo 23 hasta este martes 25 de enero, los residuos no llegaron a su destino, ubicado en la parroquia de Pifo. Los manifestantes impedían el ingreso de las bañeras (camiones que transportan la basura).

Noticias relacionadas

Enfrentamientos en el relleno sanitario El Inga, en el nororiente de Quito, dejaron tres personas heridas

A partir del 2022 los vehículos matriculados en Pichincha deberán pagar una tasa adicional ‘para mejoramiento de vías rurales’

Según la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS), Quito produce un aproximado de 2.200 toneladas de basura diarias. Es decir, más de 6.800 toneladas se quedaron represadas.

Habitantes de las comunidades El Belén, Itulcachi, El Inga y Santa Ana protagonizaron enfrentamientos con agentes de la Policía Nacional y Municipal. Un manifestante fue detenido; además, un agente metropolitano resultó herido con un corte a la altura de la cabeza.

Por su parte, los pobladores reclamaron por los olores que produce este lugar, afectando su salud. También solicitaron la destitución de la gerenta de la EMGIRS, Maricruz Hernández, por no cumplir con acuerdos realizados con los representantes de las cuatro comunidades.

Por su parte, la gerenta de EMGIRS, Maricruz Hernández, informó a este Diario que la razón de las manifestaciones de los pobladores es el despido de dos funcionarios que habitan en estas comunidades. “En una primera sesión se había ofrecido mantener a las personas que trabajan en el fondo de compensación (presupuesto que se destinará a las comunidades) para dar continuidad a los procesos. Sin embargo, la decisión de separar a estas dos personas fue comunicada a los señores de la comunidad, porque tengo evidencia de que dichas personas están instigando a las comunidades para que se movilicen en contra de la administración municipal”, aseveró Hernández.

“Tres días que no han permitido el ingreso de la basura al relleno implican $ 321.965 que se han perdido como empresa”, agregó.

Sobre los malos olores, la gerenta aceptó que tienen problemas ambientales, pero que se están tomando las medidas necesarias para cumplir con la normativa ambiental. Además, añadió que realizan control de olores. “Lo que en estos días se huele es a causa de que los pobladores no han permitido la operación normal del relleno”, argumentó.

Producto de los enfrentamientos, señaló que seis bañeras fueron vandalizadas (vidrios rotos, llantas desinfladas y mangueras cortadas). Además, causaron la paralización de la recolección en varios sectores, el Municipio de Rumiñahui tampoco pudo llevar sus residuos al relleno sanitario y se detuvo el tratamiento de residuos hospitalarios. (I)