A finales de octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) alertó sobre una investigación que había abierto el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte y del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Carolina del Norte por la presencia de niveles altos de plomo en sangre de cuatro niños tras ingerir varios productos.